«Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos», escribió el Mandatario ecuatoriano en un comunicado difundido en su cuenta de X.
El gobernante defendió su decisión de irrumpir el viernes por la noche en la Embajada mexicana, argumentando que no podía correr «el riesgo de una inminente fuga».
«No podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves», expresó Noboa.
Más temprano la Canciller Gabriela Sommerfeld dijo en una entrevista con el canal Teleamazonas que su país está abierto a «restablecer relaciones» con México.
México rompió sus canales diplomáticos con Ecuador el sábado después del asalto policial a su Embajada en Quito para detener a Glas, quien se encontraba en la Embajada en calidad de refugiado desde diciembre.
Sommerfeld reconoció que «ambos países fueron afectados», pero que «Ecuador recibió una provocación, reiterados incumplimientos».
Y consideró que lo «más grave» fue la declaración del Mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en la que «cuestiona la legitimidad de las últimas elecciones, cuestiona nuestras elecciones libres, democráticas y sobre todo cuestiona un luto nacional que hasta el día de hoy lo llevamos», refiriéndose al asesinato del candidato presidencial centrista Fernando Villavicencio en vísperas de los comicios de agosto de 2023.
«Hubo interferencia en asuntos internos del Estado. Eso también está contraviniendo» la Convención de Viena, sostuvo Sommerfeld.
Quito sostiene que el asilo concedido por parte de México a Glas, de 54 años, es «ilícito», pues es investigado por un delito común (peculado por obras de reconstrucción). En 2022 el ex Vicepresidente salió de la cárcel tras cumplir cinco de los años a los que fue condenado por corrupción.
La abogada de Glas, Sonia Vera, dijo a la AFP que su defendido fue «secuestrado» durante el asalto a la legación y que espera que se «restablezca la condición de asilado diplomático» al ex funcionario del ex Gobernante socialista Rafael Correa (2007-2017).
México mantiene el asilo concedido a Glas.