Ayer concluyó el primer día de deliberaciones sin alcanzar ningún veredicto en los diez cargos por narcotráfico que enfrentan al mexicano de Sinaloa a una posible cadena perpetua en una prisión en Estados Unidos.
El jurado está reunido en la corte desde primera hora de la mañana estudiando las diez complejas acusaciones, por hechos ocurridos entre 1989 y 2014, la principal por mantener una empresa criminal continua para llevar toneladas de droga a Estados Unidos.
Los miembros del jurado son escoltados desde sus casas al tribunal por alguaciles federales así como de regreso a sus hogares, como parte de las medidas de seguridad que se han tomado en este proceso contra Guzmán, considerado el más poderoso capo del narcotráfico después del colombiano Pablo Escobar Gaviria.
Las siete mujeres y cinco hombres, cuya identidad debe permanecer anónima por seguridad, comenzaron el lunes su esperada deliberación luego de escuchar por la mañana, durante tres horas y media, las instrucciones del juez Brian Cogan.
El magistrado les explicó cada una de las 10 acusaciones y las 27 violaciones que forman parte de la principal acusación, de mantener la empresa criminal.
Dichas violaciones incluyen conspirar para distribuir a nivel internacional cocaína y heroína y conspirar para asesinar a quien representara una amenaza para el cártel del Pacífico.
Los restantes nueve cargos son también por conspirar para importar y distribuir cocaína (diversas cantidades y en fechas diversas), uso de armas y conspirar para el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.