Este caso ocurrió en Mississippi, Estados Unidos, en donde Carly Gregg de 15 años asesinó el 19 de marzo del presente año a su madre de tres tiros y luego intentó asesinar a su padrastro.
En un video, se ve a Carly paseando por la sala de su casa con un arma, cuando de la nada se escuchan tres disparos y un grito. Luego de eso, se ve cómo regresa a la cocina, toma un celular, escribe algo y luego se va del lugar.
Según la investigación, ese día Carly corrió al dormitorio de su madre, Ashley Smylie, donde le disparó tres veces en la cabeza.
Según su padrastro y pareja de la víctima, Heath Smylie, su esposa guardaba una pistola Magnum calibre .357 junto a la cama. Una vez ocurrido el ataque, Carly le mandó un mensaje de texto a Heath, haciéndose pasar por su mamá, preguntándole si llegaría pronto.
El padrastro, que se encontraba trabajando, respondió creyendo que era su esposa y llegó al domicilio poco menos de una hora después encontrando a la adolescente enloquecida y asustada, quien le disparó a quemarropa pero solo consiguió rozarlo en el hombro con un segundo disparo y tras un tercer disparo, trató de desarmar antes de que huyera.
Fue hasta esta semana, que se comenzó con el juicio en contra de la jovencita, sus abogados dijeron que ella no recordaba haber hecho esto y que se encontraba bajo las influencias de drogas.
Sin embargo, gracias a las pruebas y videos, se decidió darle a Carly una doble cadena perpetua por asesinar en su juicio además de 10 años por manipulación de pruebas. En cuanto la joven escuchó esto, lloró un poco pero después le sonrió al juez.