José Roberto Díaz, un joven gay de 18 años, fue torturado y asesinado el pasado 25 de marzo cuando se dirigía a su casa en Huehuetenango, Guatemala.
El cuerpo de la víctima, quien era activista de Trabajando Unidos por Huehuetenango, organización en pro de los derechos LGBTI, fue encontrado en un terreno baldío.
Su vientre había sido marcado con una navaja por sus agresores con las palabras ‘morro, hueco y maricón’, además, en el rostro tenía grabado un ’18’, en alusión a una pandilla que opera en Centroamérica. Luego de ser torturado fue asesinado a pedradas.
Gabriela Morale, integrante de la organización Gente Positiva, calificó este asesinato como un “ataque brutal con mucha saña”.
«Él era nuestro voluntario en Trabajando Unidos, participó de los últimos dos desfiles por la diversidad que se realizan en junio en la capital. Esto es un golpe bajo, pero, aunque con esto pretendan desarticularnos, nos estamos uniendo el doble, porque si van a tocar a una persona LGBTIQ, nos van a tocar a los más de 36 mil registrados sólo en la capital”.
Para mantenerse José Roberto trabajaba como maquillista en un estética. Cuando ganó un concurso de belleza como travesti los ataques homofóbicos en su contra se incrementaron, recibiendo mensajes de odio y amenazas días antes de su muerte.
«Él no era cualquiera, era una reina y como reina que es, quiero hacerle justicia”
… comentó la mamá de la víctima, quien junto a Trabajando Unidos por Huehuetenango le pidió a las autoridades castigar a los responsables de este crimen y garantizar la seguridad de la comunidad LGBTI.
Con información de Diario de Yucatán.