Según productores de la región, el acuífero registra una pérdida continua de líquido debido a que el balance entre la extracción y la recarga arroja datos negativos, por lo que la autoridad –dicen- debiera pensar primero en apoyar a la gente del estado y luego entregar líquido a otros estados o países.
“Hay estudios de especialistas y tesis donde los expertos pronostican que si Jiménez no atiende este problema bastarán de 13 a 15 años para que carezca totalmente de líquido para uso humano”, dice Arturo Rentería, productor de la zona.
De acuerdo con el entrevistado que también forma parte de las filas barzonistas, en Jiménez hay 1 mil 100 pozos registrados para riego agrícola y únicamente 18 pozos destinados para uso humano pero, de estos últimos sólo 13 están en funcionamiento.
La problemática de este municipio –explicatiene dos vertientes que si bien es cierto van de la mano, ninguna se ha atendido.
“El primer gran problema que tenemos es que los 18 pozos destinados para uso y consumo humano, están contaminados con arsénico. Sólo están trabajando 13 –con arsénico en estado moderado- y los demás no funcionan porque se abatieron o porque el nivel de arsénico superó la norma oficial aceptada. El segundo problema es que todos los pozos tienen un grado preocupante de abatimiento porque la profundidad de estos, ya no alcanza el agua suficiente para surtir a la población”.
Es durante los meses de primavera –a partir del 21 de marzo y hasta 21 de juniocuando la sequía se agudiza y en consecuencia el problema de desabasto es mayor, dice Rentería y abunda en que ya se han realizado estudios que establecen la factibilidad de llevar agua del Conchos hacia Jiménez en lugar de tomarla de la presa Pico de Águila.
“La situación es grave. Son varias colonias que se quedan sin agua toda la temporada. Si eso no es un problema entones ¿qué es? Se ha manejado la posibilidad de hacer algunos diques en el río después de la presa La Boquilla y muy bien alcanzaría para traer agua hasta la región de Jiménez. La distancia que hay que cubrir desde el Conchos es menor a los 65 kilómetros que son desde Pico de Águila”.
Los pequeños y medianos productores de la región, hacen hincapié en que el mayor problema de Jiménez es que carece de aguas superficiales por lo que toda la agricultura se abastece del subsuelo generando con ello una sobre-explotación que ha puesto en riesgo la supervivencia.
“No tenemos aguas superficiales ni presas, ni ríos, ni charcos siquiera. Toda la agricultura se abastece de agua del subsuelo y el consumo de líquido ha aumentado principalmente por la presencia y multiplicación de huertas nogaleras pero también por la corrupción que se generó en la Conagua que dio permisos a diestra y siniestra permitiendo la sobre-explotación del manto”.
De acuerdo con los entrevistados, la Comisión Federal de Electricidad –CFE- en la región hay mil pozos registrados legalmente, pero a esos se suma una cantidad similar de pozos ilegales, situación que -aseguran-, beneficia a unos cuantos. “Desgraciadamente el problema es que son los grandes nogaleros los afortunados.
Hay extranjeros (españoles) que se están quedando con todo”, apuntan. Aunado a esto, los productores señalan que los pozos que mantienen adeudo con la CFE siguen trabajando sin que la autoridad ponga un alto, colocando con ello en una situación de alto riesgo al manto freático.
“Cuando se vino el problema, muchos pozos se declararon en quiebra. Hay muchos que tienen adeudo pero, a pesar de que no están pagando, porque el gobierno no ha querido resolver el problema, estos pozos no han dejado de trabajar y lo hacen las 24 horas. Es una extracción exagerada”.
La extracción de agua de La Boquilla también afecta a Jiménez
La extracción de millones de metros cúbicos de agua de la presa La Boquilla, que el Gobierno federal pretende hacer para enviar a Tamaulipas, también afectan a los jimenenses quienes aseguran que los trasvases de la presa Pico de Águila llegan hasta el río Conchos a través del subsuelo.
“Es necesaria la unión de la gente porque en el Acuerdo Internacional del Agua y en los acuerdos que ha tenido el SILA se habla del agua del río Florido. Todos los trasmines después de la presa Pico de Águila van a caer al río Conchos, pero vienen por el subsuelo. Entonces también el Río Florido está metido dentro de este tratado y por ende nosotros. Por eso creo que los de Jiménez debemos unirnos para exigir que de estas aguas, en vez que se vayan al Conchos se queden para uso humano en Jiménez”, señala Arturo Rentería y agrega que “hay razones para oponerse a que el gobierno quiera hacer lo que pretende por lo que “la presión de los productores, la gente y el pueblo en general será muy efectiva para poder darle otro curso al negocio”. “En vez de que se lleven el agua a otros estados, primero que surtan a Jiménez porque es una región totalmente carente del líquido”, enfatiza.
Presencia de metales contamina agua de Jiménez: investigadora
Según un estudio elaborado por la investigadora bióloga Karla Elizabeth Coria Soto sobre los niveles de arsénico en el agua para consumo humano en Jiménez Chihuahua, en el norte de México la precipitación media anual de lluvia es menor a 500 milímetros.
Del total de la precipitación, entre el 67 al 80 por ciento ocurre durante el verano recargando con ello el manto freático, que resulta de vital importancia ya que el agua subterránea proporciona el 70 por ciento del agua potable en México.
Dicho porcentaje se ve afectado por diversas variables; una es el aumento de su consumo en relación con el crecimiento de la población; y otra, el deterioro de la calidad del líquido y su contaminación. La investigadora indica que la calidad del líquido varía tanto por las acciones antropogénicas como por factores naturales.
“Hoy día se vive una problemática en diversos puntos del planeta por contaminación del agua subterránea y una de las causas principales es por la presencia de ciertos metales, entre ellos el arsénico, problemática que actualmente viven pobladores de Jiménez, Chihuahua. El arsénico se puede encontrar en aguas subterráneas y en agua superficiales. Sin embargo, es más frecuente en aguas subterráneas, porque el mineral que se encuentra en el subsuelo, al estar tanto tiempo en contacto con el agua, termina por disolverse. Este proceso de disolución, por ser largo, produce altas concentraciones de este metaloide en el agua. El arsénico, tanto en su forma orgánica como inorgánica, es un elemento tóxico a la salud humana que persiste en el ambiente como resultado de contaminación natural y antrópica. La exposición crónica al arsénico, aún en bajas concentraciones, puede ocasionar diversos problemas a la salud”, indica el citado informe.