Una medida que lleva siendo discutida desde hace unos años. Los primeros sondeos a pie de urna, tras cerrar los colegios electorales, daban entre un 60 y un 64 por ciento de los votos al «si», frente a una horquilla entre un 36 y un 40 por ciento para el «no», según el sondeo de la empresa Opinio Italia para la televisión pública RAI.
Unos datos que los primeros resultados van confirmando a medida que avanza el recuento, y que hablan de una tendencia más cercana al 70-30. De acuerdo a los datos oficiales preliminares, la afluencia para votar en esta consulta ha estado en torno al 55 por ciento.
Unos 47 millones de italianos estaban llamados a votar en el referéndum para reducir los parlamentarios de los 945 actuales a 600, entre diputados y senadores, al mismo tiempo que se celebraban elecciones en siete regiones y unos mil municipios del país.
Una reforma impulsada sobre todo por el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E), el socio mayoritario del ejecutivo de centro izquierda que preside Giuseppe Conte desde hace algo más de un año, pero que ha ido perdiendo votos en las elecciones regionales que se han ido celebrando, también en estas, según los primeros resultados.
«Lo conseguido hoy es un resultado histórico. Volvemos a tener un Parlamento normal, con 345 escaños y privilegios menos», escribió un exultante Luigi Di Maio, ex líder del M5E y actual ministro de Exteriores.»Es la política que da una señal a los ciudadanos.
Sin el Movimiento 5 Estrellas todo esto no habría sucedido», añadió en Facebook. Los electores debían votar sí o no a la pregunta «¿Aprueba el texto de la ley constitucional sobre Modificaciones a los artículos 56, 57 y 59 de la Constitución sobre la reducción del número de parlamentarios»? Con la reforma, la Cámara de los Diputados pasará a tener, en la próxima legislatura y no en la actual, 400 miembros en lugar de los 630 actuales, mientras que en el Senado habrá 200 senadores, en lugar de los 315 actuales.
Es un recorte lineal que no afecta a las funciones de la Cámara y del Senado. La consulta debería haberse celebrado el pasado marzo, pero quedó pospuesta como consecuencia de la emergencia del coronavirus y no se requería quórum de participación mínima, por lo que la reforma queda aprobada definitivamente al haber más votos a favor.
El M5E, principal impulsor, defendía la reforma alegando una necesaria reducción de los costos de la política y una mayor eficiencia de las instituciones. La formación antisistema argumenta que «Italia tiene un parlamentario por cada 63 mil habitantes, la proporción más alta de Europa» y que con el recorte las cámaras serán más eficientes y se acelerará el debate político.
También calcula un ahorro del gasto público de 100 millones de euros anuales, 500 millones en cada una de las legislaturas. El Partido Demócrata (centroizquierda), principal socio de gobierno del M5E y la pequeña formación Libres e Iguales (izquierda) también apoyan la reforma, mientras el otro socio, Italia Viva, del ex primer ministro Matteo Renzi, daba libertad de voto por considerar la reforma «inútil».
Desde la derecha en la oposición, la ultraderechista Liga Norte, de Matteo Salvini, y la ultranacionalista Hermanos de Italia también apoyaban la reforma, y el conservador Forza Italia de Silvio Berlusconi daba libertad de voto aun considerando que la ley amenaza con «limitar la representatividad y reducir la democracia».
«Esta reforma está mal hecha, solo recorta escaños de forma demagógica: habrá partes enteras del país que no tendrán representatividad territorial», dijo Antonio Tajani, expresidente del Parlamento Europeo y miembro de Forza Italia.