Indicó que instituciones que se dedican a la parte de la economía pronostican un crecimiento anualizado de sólo el uno por ciento en el país, por lo que seguramente el control inflacionario será a costa de eso.
Lo deseable es que el control inflacionario no se combine con una situación recesiva, ya que si se junta con la recesión de Estados Unidos, con esta tendencia que se tiene en México en donde cada vez se tiene más gasto público que no está dirigido precisamente a infraestructura e inversión, se pueden complicar más las cosas.
El presidente de Index- Chihuahua destacó el hecho de que la inflación muestre ahora en México una tendencia favorable de menor a g r e s i v i d a d en las últimas semanas. Sin embargo, dejó claro que desafortunadamente la inflación anualizada en alimentos es aún mayor al índice general, ya que mientras la primera está en dos dígitos (14.85%), la segunda es de uno (8.53%).
Aun así, reiteró que aún con todo se ve una tendencia favorable de menor agresividad en las últimas semanas. Consideró que en todo eso influye no sólo la economía norteamericana y el incremento de las tasas de interés, sino el efecto colateral en México.
Finalmente, advirtió que el problema es que no se vaya a convertir en un efecto recesivo muy fuerte, que a final de cuentas era lo que se buscaba con el incremento de las tasas de interés.