«Con tecnología, en 20 años tendríamos en Roraima una economía próxima a la de Japón. Allí hay todo, pero el 60 % del territorio está inmovilizado con reservas indígenas y otras cuestiones ambientales», afirmó el mandatario durante un discurso pronunciado durante un encuentro con empresarios en Sao Paulo.
En las últimas semanas, Bolsonaro ha reforzado su intención de liberar la minería artesanal en las tierras indígenas de los estados amazónicos con la finalidad de impulsar la economía en «esa maravillosa región llamada Amazonía».
En su discurso, el presidente, en el poder desde el 1 de enero, defendió que los estados brasileños deberían tener autonomía para deliberar sobre determinadas «cuestiones», como las medioambientales.
«¿Qué tenemos que ver nosotros de Sao Paulo con la cuestión ambiental de Roraima?», planteó Bolsonaro, en referencia a ese estado fronterizo con Venezuela y que está en la mira del mandatario por albergar importantes reservas minerales en tierras indígenas.
Niega deforestación
El presidente también volvió a cuestionar los datos sobre deforestación divulgados por el estatal Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por su sigla en portugués), los que calificó como «imprecisos» y que transmiten una «mala imagen del país en el extranjero».
«Cuando se dice que estamos desforestando, cuando datos imprecisos son divulgados (…) Divulgar eso es pésimo para nosotros», recalcó Bolsonaro.
De acuerdo con datos del INPE, la devastación de la mayor selva tropical del mundo aumentó en un 88.4 por ciento en junio, impulsada, de acuerdo con diversas organizaciones ecologistas, por una política ambiental de Bolsonaro poco preocupada con su conservación.
El Gobierno del presidente ultraderechista rechazó dichas estadísticas y, en medio de fuertes críticas de organizaciones ambientales, destituyó al antiguo director del instituto, Ricardo Magnus Osorio Galvao, quien la víspera fue sustituido de manera temporal por un oficial de la Aeronáutica.
Bolsonaro igualmente ironizó este martes sobre el «placentero» encuentro que mantuvo con sus homólogos Emmanuel Macron y Angela Merkel, presidentes de Francia y Alemania, respectivamente, durante la reunión del G-20 en Japón.
«Ellos no se dieron cuenta todavía de que Brasil está bajo nueva dirección. Ahora hay un presidente de la República», expresó el mandatario.