CDMX.- Este 2023 apunta a consolidarse como el año de mayores importaciones en México de granos, derivado de las fuertes sequías y una menor producción.

Al cierre de noviembre, las importaciones de granos y oleaginosas alcanzaron un volumen de 37.4 millones de toneladas, lo que representa un crecimiento anual de 8.8 por ciento y un nivel récord, de acuerdo con Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Si bien todos los granos reportan aumentos en sus volúmenes de importación, el maíz es de los que más dependen del abasto exterior, al ser de los productos con mayor demanda en el País, tanto para consumo humano como alimento pecuario.

Entre enero y noviembre, las importaciones de maíz alcanzaron un volumen de 18.2 millones de toneladas, es decir, un aumento de 16.9 por ciento anual, según información del GCMA.

Además, por el impacto de las sequías en México, el próximo año las importaciones podrían ser mayores y romper otro récord.

«El 2024 va a ser un año todavía de más importaciones, derivado del tema de la falta de agua, principalmente en Sinaloa, Tamaulipas y Sonora, que va hacer que México rompa récord de importaciones.

«Estimamos que para 2024, de los 19.5 millones que vamos a importar este 2023, que será récord, el próximo año se va a romper el récord con casi 22 millones de toneladas de importación por los impactos de menor producción», anticipó Juan Carlos Anaya, director general del Grupo.

En su documento «Expectativas Agroalimentarias 2023» de octubre pasado, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) calculó que la producción de maíz blanco se ubicaría al cierre del año en 22.9 millones de toneladas, lo que representaría una caída anual de 1.2 por ciento.

Mientras que en el grano amarillo, la previsión es alcanzar 2.9 millones de toneladas, es decir, 12.4 por ciento menos que en 2022.

Aunque Estados Unidos es uno de los principales proveedores de granos, el abasto no está garantizado en México, pues las crisis migratorias registradas a lo largo del año frenaron el paso de los trenes que importan la mercancía al País.

«Llevamos varios meses donde Ferromex suspendió un tiempo el servicio, en virtud de que muchos migrantes subieron al ferrocarril desde el sureste para ir a la frontera, esto provoca que los trenes vayan más lentos y accidentes.

«Los trenes han tenido que ir más lentos y esto ha causado problemas serios en la movilización de carros», explicó Anaya sobre el impacto en la movilidad de granos que no pueden trasladarse entre Estados Unidos y México.

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