En Polonia, la noche del 1 de noviembre es tradición homenajear a sus seres queridos que fallecieron, llenando las lápidas con velas encendidas y flores.
La festividad católica del ‘Wszystkich Świętych’ (Día de Todos los Santos) recuerda a los santos, a quienes les pide intercesión para las almas de los difuntos que son conmemorados el día siguiente, el 2 de noviembre.
A diferencia de otros países europeos que estas fechas hacen hincapié a la oscuridad, lo temible y escalofriante, en Polonia es una fiesta de luminosidad para embellecer las tumbas de familias y seres cercanos.
Compartieron en redes imágenes de cómo luce repleto de velas esta noche (aún temprano en América) el cementerio de Varsovia, la capital de Polonia.
Dejan velas en cada una de las tumbas para desearles el descanso eterno en el Cielo, también es un día memorial de honor y agradecimiento a los soldados caídas en las guerras padecidas por Polonia.
También existe la costumbre en Polonia de ir a rezar y adornar las tumbas de gente que ya nadie visita.