Originalmente, la ciudad de Chihuahua fue habitada por los indios conchos, una tribu de indígenas seminómadas, quienes fueron conquistados por españoles. De acuerdo con Rubén Beltrán, cronista de la ciudad y director del Archivo Histórico de la ciudad, en 1564 los conquistadores se concentraron en la zona minera de Santa Bárbara
Beltrán explicó que el 20 de marzo de 1598 arribaron a las márgenes del río Sacramento los primeros europeos que pisaron el sitio donde hoy está la ciudad de Chihuahua. La expedición colonizadora fue encabezada por Juan de Oñate y estaba formada por unos 400 hombres, de los cuales 130 traían a sus familias.
Pero la fundación formal de Chihuahua comienza con el descubrimiento de las cercanas minas y fundación de la población de Santa Eulalia, en 1652, por el capitán español Diego del Castillo. El descubrimiento de minas llevó a la ciudad a tener un crecimiento acelerado que rebasó el territorio con condiciones habitables
Por lo anterior, en 1709, el gobernador de la Nueva Vizcaya, Antonio de Deza y Ulloa, convocó a los ciudadanos a decidir entre a la propia Santa Eulalia en la cabecera del Real de Minas o de fundar para ellos una nueva población en el cercano valle donde confluían los ríos Chuvíscar y Sacramento.
El 12 de octubre de 1709 se llevó a cabo la votación de los notables sobre la fundación del Real de Minas, ocho de ellos se manifestaron porque se situara en la propia Santa Eulalia, mientras los ocho restantes lo hicieron por la fundación en el valle. Ante el empate, el gobernador Deza y Ulloa intervino con su voto de calidad manifestándose por la fundación de la población en el valle de la junta de los ríos
El crecimiento continuo ocasionó que el 1 de octubre de 1718 se erigiera al Real de San Francisco de Cuéllar en Villa, con el nombre de San Felipe el Real de Chihuahua; San Felipe en honor al rey Felipe V de España y siendo utilizado por primera vez el nombre de Chihuahua.
En esta época es que también se resuelve la construcción de un templo parroquial digno para la villa, con ese objeto, el ayuntamiento resolvió imponer un impuesto especial a la plata extraída de las minas de Santa Eulalia y con ello se construyó el templo que hoy es la Catedral de Chihuahua.
Para el año de 1786 la Villa de Chihuahua era una Alcaldía Mayor y el 1 de abril de 1797 se levanta el primer censo en la ciudad de Chihuahua. Fue hasta 1823 cuando el Congreso Nacional Constituyente ordenó la desintegración de la Provincia de Nueva Vizcaya, por lo que Chihuahua quedó separada de Durango y pasó a tener categoría de Ciudad con don Mariano Horcasitas como primer alcalde constitucional.
Un año después, el 6 de julio de 1824, el Congreso expidió un decreto donde otorgó a la ciudad la calidad de capital del estado.
De acuerdo con Beltrán, el Archivo General de la Nación custodia un informe del corregidor de la Villa de San Felipe del Real, Don Antonio Gutiérrez de Noriega, en el cual se sugiere que la fundación de Santa Eulalia, de San Francisco de Cuéllar, que dio lugar a la Villa de San Felipe del Real, se dio debido a la mina Nuestra Señora de la Soledad.
La mina, según el informe, fue descubierta por Juan de Dios Barba, indígena originario de Nuevo México, quedando registrada el 2 de enero de 1705. Las abundantes cantidades de plata que fueron encontradas en el lugar ocasionaron la llegada de más mineros.
“No es solamente para rememora a los que iniciaron la historia de Chihuahua, sino es también para que nosotros reflexionemos seriamente qué es lo que debemos de hacer para que Chihuahua logre una verdadera prosperidad, cómo lograr una verdadera paz, lograr que Chihuahua sea una ciudad competitiva”, expresó Beltrán sobre la importancia del 12 de octubre.
Agregó que la ciudad cuenta con un Centro Histórico que puede ser un factor competitivo, con las estrategias adecuadas para fortalecer a la ciudad de Chihuahua y forjar un futuro que sus habitantes merecen.
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