La migración sigue siendo un tema actual y tenemos la oportunidad de observado el lado positivo de este fenómeno, uno de esos casos es Vilma Noemy Ventura Mendoza, una mujer proveniente de El Salvador que llegó a Chihuahua con la única intención de buscar una mejor vida para ella y su hijo, quienes tuvieron que escapar de su país a causa de una guerra y la imparable delincuencia generada por el grupo criminal conocido como Maras Salvatruchas.


Con temor y la esperanza puesta en salir adelante en este país, comenzó a hacer una gran labor, la de ayudar a mujeres víctimas de violencia y sus familias, para después enfocarse en brindar atención solo a pequeños que habitan en la colonia Vista Cerro Grande.


Esta gran labor la realiza desde hace 9 años, pero la intensifico durante la época de pandemia, pues mientras los menores no acudían a la escuela y sus madres, padres o tutores tenían que salir a trabajar, ella se encargaba de realizar actividades educativas, recreativas y culturales, hasta con 200 niños y niñas, siendo el punto de reunión, su casa.


“Comencé a darles clase para que no perdieran el tiempo en las calles, se suponía que todos debían estar en sus casas, en confinamiento, pero la realidad es que las madres no pueden darse el lujo de no trabajar y, los niños estaban en las calles sin hacer algo de provecho”, dijo.


“Habilité el patio de mi casa, puse mesas y sillas y comencé a darles clases, me topé con situaciones lamentables, con niños de 9 o 10 años que no saben leer ni escribir y, puse todo mi esfuerzo para que le tomaran el gusto a la escuela, les hablo de lo maravilloso que es leer y todo lo que suma a su vida”, añadió.


La misma Nohemí comentó que esta loable actividad altruista la lleva a cabo de la mano de su esposo y su hijo y, los tres se dicen bendecidos de poder ayudar a que los infantes aspiren a un mejor futuro, alejado de las drogas y la delincuencia que predomina en esa zona.


Esta grandiosa mujer explicó que con ayuda de los donativos de la sociedad chihuahuense han podido vestir, calzar, alimentar y brindar recreación a los niños y niñas que llegan a su casa, a veces con la única esperanza de consumir algún alimento.


Nohemí representa la importancia de que, con o sin, la labor de los gobiernos, la ciudadanía es capaz de fortalecerse y cambiar la vida de las personas a través de acciones maravillosas como estas, ya que ella no es una Asociación Civil, únicamente es una mujer que aporta un granito de arena para mejorar una de las colonias más marginadas y olvidadas por las autoridades.

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