Su esposa, sus tres hijos, sus compañeros, su entrenador Ronald Koeman, la directiva del club, le arroparon en su última comparecencia como jugador del club al que llegó con 13 años, para despedirse con 34 y 35 títulos en el bolsillo.
«Me hubiera gustado despedirme de otra manera: nunca imaginé mi despedida porque la verdad es que no lo pensaba», dijo en la sede del club Messi.
Aseguró que aún no conoce su destino pero que el París Saint-Germain francés «es una posibilidad».
«Todavía no tengo nada cerrado, pero sí que estamos hablando», comentó.
El astro argentino fue contundente y quiso dejar en claro que no fue su voluntad lo que impidió que firmara un nuevo contrato con el Barcelona, dejando la responsabilidad en la directiva del club y en las autoridades de LaLiga.
«Hice todo lo posible por quedarme y no se pudo. No tengo más nada que decir», sentenció Messi, evitando reproches a la directiva del club, pero negando que rechazara bajarse más el sueldo.