Hezbolá ha acusado este domingo al ejército israelí de matar a tres niños que viajaban con su abuela en un coche en el sur de Líbano.
En un comunicado, la milicia libanesa ha calificado la muerte de los civiles como un “crimen atroz y brutal” y ha respondido disparando múltiples cohetes Grad contra el norte de Israel, sin que se haya informado de víctimas. Por su parte, el ejército israelí ha reconocido haber atacado el vehículo, pero lo ha justificado alegando que “estaba siendo utilizado por terroristas”.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha rechazado de nuevo cualquier posibilidad de un alto el fuego hasta que Hamás no libere a los más de 240 rehenes que mantiene cautivos. Mientras, el ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, ha afirmado que Israel ha bombardeado el campo de refugiados de Al Magazi, matando a 47 personas, la mayoría niños y mujeres.
Además, las evacuaciones de gazatíes heridos y extranjeros hacia Egipto a través del paso de Rafah se han suspendido.