Un agente preventivo señaló que desde las primeras horas comenzaron a llegar caminando grupos de cinco o seis nicaragüenses, quiénes pedían autorización para cruzar la línea divisoria, a los cuales no se les podía quitar la intención.
Hasta mujeres con niños en brazos, cruzaron el río y fueron directamente a entregarse con elementos de la Patrulla Fronteriza que los metían a camiones.
La Secretaría de Seguridad Pública Municipal mantiene la vigilancia en el lugar para evitar que sean molestados por personas que se ofrecen para cruzarlos a cambio de dinero y tampoco se va a permitir que se instalen con casas de campaña en el lugar, comentó el agente preventivo.