El 17 de enero en Parral, Jesús Antonio T. M, de 26 años de edad, fue encontrado muerto en el fraccionamiento San José, por heridas de armas de fuego.
Apodado como “Chavita”, Jesús Antonio era considerado testigo clave en el caso de la desaparición de cuatro jóvenes entre Parral y Jiménez: Sigrid Díaz, Oswaldo Galván, Mayra Mendoza y Merari Muñoz, dos de los cuales eran enfermeros.
El victimado formaba parte de las investigaciones por la desaparición de los jóvenes ocurrida en mayo de 2018, que hasta la fecha siguen sin aparecer, pese a lo cual hay dos expolicías municipales de Parral sentenciados por el delito de desaparición.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) reveladas a dos años de la desaparición, en 2020, Jesús Antonio y otro sujeto no localizado formaban parte de las pesquisas y tendrían conocimiento de qué les ocurrió a los cuatro desaparecidos, quienes presuntamente fueron asesinados y sepultados en un lugar desconocido.
Habría acudido al lugar de la privación de los cuatro enfermeros y también sabía el destino de ellos.
Ni “Chavita” ni el otro supuesto testigo clave pudieron aportar información. Sin embargo, dentro del caso de desaparición, un juez condenó a 31 años y tres meses de prisión a dos agentes municipales: Omar Iván Ruiz Jiménez, alias “El Policholo”, e Iván Francisco Luis Borruel “El Robocop”.
Ambos fueron sentenciados por desaparición forzada, además de que fue inculpada una mujer, Claudia Palmira M. A, alias “La Pamy”, sentenciada a 57 años y tres meses por el delito de trata de personas, por estar a la cabeza de una red de trata de mujeres con fines sexuales.
Otro caso de asesinato de un testigo se registró el 15 de septiembre del 2021, cuando un menor de edad identificado por sus iniciales L. D. H, fue ejecutado a balazos en la carretera Chihuahua-Cuauhtémoc, a la altura de Santa Isabel.
Acababa de rendir declaración contra un grupo criminal, días después de que el entonces fiscal de la Zona Occidente, Jesús Carrasco, había sido víctima de una emboscada en calles de la ciudad de Cuauhtémoc, ataque del que salió ileso gracias al blindaje de su vehículo y a los refuerzos que llegaron en su apoyo.
Después de declarar contra presuntos criminales de aquella ciudad, L. D. H viajaba junto con su familia en una camioneta Voyager de color gris, la cual fue alcanzada por hombres armados a la altura del kilómetro 56 de dicha vía.
El tercer caso registrado el 27 de septiembre de 2023 es el de Eduardo Cruz Cruz y su padre Isidro Cruz Bustillos; el primero era testigo del doble asesinato de la activista Gloria Cañez y su hija Sally, en la comunidad de Yerbabuena, municipio de Balleza.