Massimo Osanna, funcionario del Ministerio de Cultura de Italia, señaló a través de un comunicado que se trata de uno de los hallazgos más notables «en la historia del Mediterráneo antiguo» y el más importante desde los Bronces de Riace, un par de antiguos guerreros griegos gigantes localizados en el mar en 1972.
Las estatuas fueron descubiertas en San Casciano dei Bagni, una ciudad en la cima de una colina en la provincia de Siena, a unos 160 kilómetros de Roma, donde los arqueólogos han estado explorando las ruinas fangosas de una antigua casa de baños desde 2019.
«Es un hallazgo muy significativo y extraordinario», indicó Jacopo Tabolli, profesor asistente de la Universidad para Extranjeros de Siena que dirige el proyecto arqueológico.
Tabolli, refiere el comunicado, señaló que las esculturas, que representan a Hygieia, Apolo y otras divinidades grecorromanas, solían adornar un santuario antes de ser sumergidas en aguas termales, en una especie de ritual, «probablemente alrededor del siglo I d.C.».
«Le das algo al agua porque esperas que el agua te devuelva algo», explicó.
La mayoría de las piezas datan de entre el siglo II a. C. y el siglo I d. C., un período de «gran transformación en la antigua Toscana» cuando pasó del dominio etrusco al romano, señaló el Ministerio de Cultura italiano en un comunicado.
Aunque este periodo estuvo marcado por guerras y conflictos en lo que hoy en día son las regiones de Toscana, Umbría y Lazio, las esculturas de bronce demuestran que las familias etruscas y romanas rezaban juntas a las deidades en el santuario sagrado de las termas. Las figuras tienen inscripciones etruscas y latinas.
«Mientras se libraban guerras sociales y civiles fuera del santuario (…) dentro, las familias de las élites etruscas y romanas rezaban juntas en un contexto de paz rodeado por el conflicto», dijo Tabolli. «Esta posibilidad de reescribir la relación y la dialéctica entre etruscos y romanos es una oportunidad excepcional».
Las estatuas estaban cubiertas por casi 6 mil monedas de bronce, plata y oro, y las aguas calientes y lodosas de San Casciano ayudaron a preservarlas «casi como el día en que fueron sumergidas», indicó Tabolli.
El investigador, experto en la cultura etrusca y arqueología itálica, dijo que su equipo recuperó 24 estatuas grandes, además de varias estatuillas más pequeñas, y señaló que era inusual que estuvieran hechas de bronce en lugar de barro.
Tabolli agregó que esto sugiere que provenían de lo que llamó un asentamiento de élite, donde los arqueólogos también encontraron «maravillosas inscripciones en etrusco y latín», que mencionan los nombres de poderosas familias locales, de acuerdo con el comunicado del Ministerio de Cultura, que anunció también la construcción de un museo de sitio para albergar las piezas encontradas.
Algunas de las dos docenas de piezas son figuras enteras humanas o de dioses, mientras que otras representan partes del cuerpo y órganos que se habrían ofrecido a los dioses para que intercedieran en la cura de algún problema a través del agua termal.