“Todos los balazos se los dieron en la cara”, narró una persona entrevistada. “Iba con su niña, como de 12 años, que gritaba ¡mi mamá!”, agregó.
La víctima, identificada como Rocío Alcaraz, fue la primera de cuatro mujeres cuyos asesinatos fueron confirmados a las autoridades investigadoras en un lapso menor a 10 horas en el norponiente de esta frontera.
A este homicidio, reportado a las 7:44 de la tarde del miércoles, le siguió el hallazgo, a las 9 de la noche, de dos cuerpos enterrados de manera clandestina en el patio de una vivienda construida sobre un barranco en la colonia Insurgentes.
Datos extraoficiales indican que las víctimas son dos amigas, de 17 y 19 años, que contaban con reporte de desaparición desde el pasado 10 de mayo y que habrían acudido a esa vivienda para una reunión con el habitante de la misma.
“Había música y se oía que hablaban”, comentó un vecino en este sector, en la calle Durazno casi esquina con Mariano Samaniego.
Van 53 mujeres asesinadas en el año
Siete horas después, a las 4:11 de la madrugada de jueves, los agentes de la Fiscalía General del Estado recibieron el reporte de otro cuerpo femenino encontrado por elementos preventivos en la parte alta de la calle Mochis y casi esquina con Bellavista, en la colonia Franja del Río.
A pocas cuadras, entre Mochis y Guadalajara, se encontraba también una víctima masculina que, como la mujer, presentaba síntomas de muerte por asfixia, por lo que los investigadores de la Fiscalía presumen que ambos crímenes podrían estar relacionados.
Saira Alicia y Judith Jazmín
En la calle Durazno de la colonia Insurgentes los vecinos de la casa 561 sólo vieron, entre 2:00 y 3:00 de la mañana, a los elementos del Servicio Médico Forense salir con dos cuerpos humanos en bolsas de plástico.
Habían pasado más de cinco horas desde que los agentes habían acordonado el área y algunos en los alrededores se mantenían despiertos con el trabajo pericial que encontró los restos de dos mujeres asesinadas.
Ninguno dijo conocer al dueño de la vivienda más que de vista. Nadie ahí conoció tampoco a las víctimas.
Información extraoficial obtenida por El Diario indicó que se trata de Saira Alicia Rivera González, de 19 años, y Judith Jazmín Bedolla Haros, de 17, ambas con reporte de ausencia desde el pasado 10 de mayo a las 19:00 horas.
La información de las pesquisas agregó que ambas estuvieron el pasado viernes en un festejo del Día de la Madre en la colonia Torreón —ubicada también en el sector norponiente de esta frontera—, de donde salieron sin decir a dónde irían.
Habría sido gracias a las diligencias de las familias que, desde las 3 de la tarde, se ubicó la vivienda en la calle Durazno, propiedad de un hombre identificado también de manera extraoficial como David Molina y presuntamente pareja sentimental de Rivera.
Alrededor del mediodía de ayer, la Fiscalía Especializada de la Mujer informó que las víctimas tendrían de cuatro a cinco días de fallecidas, y estar en la espera de los resultados de las necropsias para establecer la forma en la que se cometieron los asesinatos.
Luego de lamentar el hecho en redes sociales, el boxeador local Marcos “Papitas” González confirmó en breve entrevista que Rivera González era su familiar y que entrenaba box en el gimnasio municipal Josué “Neri” Santos.
Rocío Alcaraz
En el exterior de la tienda Del Río ubicada en la esquina de Verónicas y Arroyo del Mimbre seguían ayer todavía las manchas de sangre y los fragmentos de vidrio que quedaron después del asesinato de una mujer identificada de manera extraoficial como Rocío Alcaraz.
Datos de la Fiscalía General del Estado confirmaron que en el lugar se recogieron 13 casquillos calibre 5.56, de arma larga, y que la víctima recibió la mayor parte de los impactos en la cara.
“Ahí se pararon; venían a averiguar que lo de un dinero. Pero yo me metí al baño y nomás oí los disparos”, comentó un entrevistado en el lugar del crimen.
La información extraoficial agrega que Alcaraz había sobrevivido a un ataque registrado horas antes el mismo miércoles en su vivienda, ubicada en la calle Michoacán, a pocas cuadras de la tienda donde fue finalmente asesinada.
En el primer ataque, sin embargo, sufrió sólo un rozón por lo que declinó recibir atención médica.
“Nada más oí el balazo y a las niñas gritar”, comentó en la calle Michoacán una vecina, que agregó saber que la víctima tenía tres hijas.
Ninguna de las cuatro mujeres asesinadas entre la noche del miércoles y las primeras horas de ayer jueves ha sido identificada oficialmente por la Fiscalía estatal.
Con ellas, de acuerdo con la misma corporación, la cantidad de mujeres víctimas de asesinato en mayo ascendió a nueve; 53 en lo que va del año.