La bebé fue encontrada el pasado jueves por un comerciante en la región de Uttar Pradesh, al norte. El hombre excavaba una tumba para su hija, que había nacido muerta la víspera, cuando la pala que estaba usando chocó con un recipiente de tierra enterrado.
Cuando vio que dentro había un bebé, la socorrió de inmediato», declararon fuentes de la policía local.
“Durante unos segundos pensé que era mi hija que había vuelto a la vida. Pero luego me di cuenta de que el llanto venía del recipiente de tierra enterrado», explicó el hombre.
La recién nacida se encuentra en un estado grave. Los infanticidios de niñas abundan en India, un país que ve a las chicas como una carga financiera para la familia –entre otras cosas por las dotes que deben entregar a los padres del joven que se case con sus hijas– mientras considera que los varones son una especie de inversión familiar.
India ha aprobado leyes duras para paliar estas prácticas. Desde 1994, los médicos tienen prohibido comunicar a los padres el sexo de su futuro bebé, pero hay familias que recurren a otros métodos para saberlo y recurren al aborto si se sabe que esperan una niña.
Un estudio publicado por la revista científica The Lancet en 2011 concluyó que en las tres décadas precedentes en India se habían practicado 12 millones de abortos de fetos femeninos.