La reaparición de esta especie, que es cuatro veces más grande que lasabejas comunes (superan los cuatro centímetros) y tiene enormes mandíbulas similares a la de los escarabajos, se produjo en enero en las islas Molucas. «Es es el santo grial de las abejas», dijo Robin Moore, biólogo y director de comunicaciones de GWC, en Mashable.
Las hembras de esta especie, como la rescatada por esta misión, son las abejas de mayor tamaño del planeta. Su detección es difícil dado que construyen sus nidos con resina de árbol dentro de montículos de termitas que cuelgan sobre los árboles. Revisar cada uno lleva unos 20 minutos y les tomó cinco días dar con este hallazgo.
Este suceso ocurre en medio de noticias alarmantes sobre la disminución de abejas y otros insectos. Como se desconoce la población de abejas de Wallace(bautizadas en honor al naturalista Alfred Russel Wallace, quien las descubrió en 1958) el equipo volverá al lugar en los próximos meses para tratar de desentrañar el misterio.