La agencia dijo que el globo tenía múltiples antenas en un conjunto que «probablemente era capaz de recopilar y geolocalizar comunicaciones». «Era claramente para la vigilancia de inteligencia e inconsistente con el equipo a bordo de los globos meteorológicos», aseveró.
Estados Unidos está convencido que el fabricante del globo derribado el sábado tiene «una relación directa con las Fuerzas Armadas chinas y es un vendedor autorizado» del Ejército. El funcionario citó información de un portal oficial de compras del Ejército chino como prueba de la relación entre la empresa y el mando militar.
La revelación de estos detalles tiene por objetivo refutar las declaraciones chinas que niegan persistentemente que se tratara de un globo espía y que las acusaciones de Estados Unidos equivalen a una «guerra de información» contra Beijing.
Antes de que Estados Unidos brindara la nueva información, la vocera del Ministerio del Exterior chino, Mao Ning, reiteró que el gran globo no tripulado era una nave meteorológica civil a la que los vientos habían desviado de su rumbo y que Washington había «reaccionado en exceso» al derribarlo.
También Beijing afirmó este jueves que rechazó una llamada el jefe del Pentágono estadounidense, Lloyd Austin, debido a la «irresponsable» decisión de Washington de derribar el supuesto globo espía la pasada semana.
«Este acto irresponsable y gravemente erróneo no creó un clima propicio para el diálogo y la comunicación entre ambos Ejércitos», justificó el Ministerio chino de Defensa en un comunicado.