Durante su participación en la mesa virtual “¿México Seguro?”, de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la también escritora e investigadora recordó dos casos históricos de cocaína confiscada en los que presuntamente colaboró el “súper policía”, actualmente detenido por la justicia estadounidense por cuatro delitos de corrupción y crimen organizado
Peniley Ramírez, apuntó que ambos decomisos están vinculados al trasiego de cocaína en los que presuntamente colaboró García Luna a favor de Cárteles de Droga. Los dos habrían ocurrido en 2007; el primero en Panamá de camino al norte con 19.4 toneladas, y el otro de Colombia a Manzanillo, Colima con 23.5 toneladas.
“A finales de 2007, México anunció un gran decomiso de 23 toneladas de cocaína en Manzanillo, Colima, y unos meses antes se había anunciado un gran decomiso de cocaína en un barco llamado Gatún en Panamá”, recordó.
“Estos dos eventos que aparentemente estaban solamente relacionados en la prensa por el hecho de que ambos fueron anunciados como el mayor decomiso de cocaína de la historia, ahora tienen otra cosa en común, ahora son parte de los cargos por los que Gracía Luna fue acusado en Estados Unidos”, detalló la periodista.
Como es sabido, el entonces titular de la SSP habría ocupado su posición de poder dentro del gobierno calderonista para realizar transacciones ilegales, sin embargo, esta información aclara uno de los métodos que ocupaba para hacerlo a la vista de todos y sin consecuencias.
“Es decir, este hombre que en ese momento era el principal artífice de la estrategia de seguridad en México, y uno de los principales interlocutores del Gobierno mexicano con el Gobierno de Estados Unidos, en un momento que acababa de aprobarse la iniciativa Mérida, que cómo sabemos, dio en buena parte la manera en cómo se llevó y articuló la estrategia de seguridad en los últimos años”, aseveró.
En este sentido, García Luna está acusado de haber formado parte de manera indirecta como conspiración para tráfico internacional de estos dos cargamentos.
Cabe recordar que el decomiso realizado en el puerto de Manzanillo por 23.5 toneladas de cocaína tuvo muchas irregularidades que no fueron tomadas en cuenta durante la gestión de Felipe Calderón.
Pese al anunciado “mayor decomiso de cocaína de la historia” del buque procedente de Colombia, en el que transportaban el estupefaciente, no se detuvo a una sola persona, ni se imputó a ninguno de los funcionarios de la Administración de Aduanas del Puerto de Manzanillo, entre los que figuró Ardelio Vargas Carrilo, hijo del entonces director del Centro de Análisis para el Combate a la Delincuencia (Cenapi).
Según documentos que revisó El Universal de las desaparecidas PGR y SSP federal, la Procuraduría, entonces liderada por Medina Mora desestimó la participación de funcionarios de aduanas en el ingreso de la cocaína.
No obstante, Inteligencia federal documentó que el cargamento era propiedad de Arturo Beltrán Leyva, del Cártel del Pacífico y de Óscar Nava Valencia “El Lobo”.
En ese entonces, las líneas de investigación de inteligencia de la SSP, a cargo de García Luna, apuntaron la participación de cuatro funcionarios de Aduanas del Puerto de Manzanillo.
Sin embargo, aunque la dependencia encargada de García Luna, dio nombres, es ahora a él a quien se le imputa la relación con los dos cargamentos “históricos” de cocaína confiscada.
Finalmente, en ese entonces, la PGR de Medina Mora dejó de lado las inconsistencias del decomiso y la posible complicidad de los funcionarios de aduanas. Cuando se hizo el anuncio público del “golpe”, las autoridades exoneraron a los relacionados, apelando al seguimiento de la normatividad de los mismos, por lo que el tema no volvió a ser tocado.
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