Rafael Santos Borré fue el jugador en anotar el gol en tiempo regular y el penal definitivo, para así darle la victoria al cuadro alemán en su segunda Europa League, tras la conquistada en 1980.
Expertos dijeron que esta era una final inusual, pues Eintracht Frankfurt llegaba como favorito pues además de haber tenido un notable desempeño en el campeonato los jugadores de este equipo pasaban a ser los favoritos en este partido.
Este encuentro fue muy peleado sobre todo en el primer tiempo, el cual fue muy soso y aburrido, pero el calor y cariño del partido era notable con los aficionados que abarrotaron el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán.
El primer gol fue anotado por el nigeriano Joe Aribo jugador de los Rangers, para después ser alcanzados por un gol por parte de Rafael Santos, quién anotó gracias a una gran asistencia de Kostic.
De ahí el marcador no se movió, por lo que se fueron a tiempo extra y después a penales, donde ambos equipos irían a matar o morir por el título internacional, para que el único penal fallado por parte de los Rangers le diera la victoria a Eintracht Frankfurt.