De acuerdo al sindicato, «el cierre de cafeterías y restaurantes, el cese de actividades turísticas y la cancelación de todos los festivales y ferias han dejado más de 10 millones de litros de cerveza, principalmente en barriles, sin consumir».
Maxime Costilhes, delegado general de la asociación de cerveceros, explicó que esta medida será tomada considerando que se trata de bebidas «muy lupulosas, y si se conservan demasiado tiempo, cuando pasan más de dos o tres meses almacenadas, los efectos olfativos, gustativos y el aroma desaparecen».
A pesar de que estos 10 millones de litros son solo una fracción de la producción de cerveza proyectada para 2020 en el país, estimada en 22,5 millones de hectolitros, su destrucción «tendrá un costo significativo para las empresas», señaló el sindicato.
De acuerdo a un estudio citado por el medio, se estima que en Francia cerca del 25 % de las cerveceras están cerradas por la falta de actividad, mientras que el 70 % de los productores han disminuido a la mitad o menos su facturación desde el 15 de marzo.
El estado de emergencia que rige en el país europeo será extendido hasta el próximo 24 de julio ante la amenaza de un posible rebrote del coronavirus.