Carolina Jiménez, directora de Desarrollo Rural en Cuauhtémoc, mencionó que en esta semana se definirán muchos productores acerca de la disyuntiva de qué cultivo de temporal se va a aplicar, derivado del riesgo de que se pierda el frijol por las heladas tempranas que se registran en la región, antes del periodo de cosecha.
Otro de los factores que causan una pérdida económica a los productores de frijol es que, una vez desarrollada la vaina, con la presencia de lluvias a destiempo se corre el riesgo de que el cultivo “se manche” y por ende, pierda su calidad y valor comercial.
Este año Cuauhtémoc pasó de registrar una cosecha de 11 mil hectáreas a tener a lo más 2 mil hectáreas de frijol de temporal, por el riesgo que los productores buscan evitar
A pesar de que el periodo límite para sembrar frijol se estimaba que concluía en el mes de julio, de tiempo atrás algunos productores optaron en Cusihuiriachi por sembrar avena, que ofrece un rendimiento económico menor al frijol pero garantiza que el cultivo destinado para el consumo del ganado no se pierda por la llegada de los primeros frentes fríos.
El frijol que se sembró “en seco” es el único que ya se podrá lograr con la llegada de las lluvias, manifestó Samuel Montes, reconocido productor de Cusihuiriachi, quien mencionó que quizás en la franja de municipios como Santa Isabel aún se pueda lograr, ya que esta región presenta normalmente mayor humedad.
“No ha corrido el agua, la situación del agua está durísima. Hay lugares donde no tenemos presones o lagunas y, como decimos los rancheros, son años muy rabones, y ojalá siga lloviendo, porque de lo contrario va a ser un año bastante malo”, concluyó.