Mientras que ingenieros de la Guardia Nacional de Texas continúan colocando un muro de alambre de casi tres metros de altura sobre el bordo del río Grande, cientos de migrantes buscan llegar a Ciudad Juárez antes de que los militares les bloqueen el paso a “la puerta 36”.

“Dicen que mañana –hoy– van a cerrar la puerta 36, por eso la gente se está apurando a llegar, viene mucha gente de Chihuahua, porque allá la gente dice que ya nos van a cerrar la puerta”, narró Antonio Álvarez, un migrante centroamericano, quien llegó hasta el bordo del río Bravo.

El hombre de 28 años de edad, proveniente de Guatemala, se dijo sorprendido al observar cómo los agentes texanos sumaban ayer más de tres kilómetros de alambrado sobre los límites de Estados Unidos con México, con el fin de evitar que los migrantes sigan cruzando los rollos de alambres de púas.

‘Pensaba que iba a estar un poco más fácil’

“Me siento alegre porque ya llegué hasta aquí, pero la verdad yo no pensaba que esto iba a estar así, yo pensaba que iba a estar un poco más fácil, pero sí está muy difícil. Pero nosotros no vamos con malas intenciones, vamos a trabajar, vamos para algo mejor, y mi pensar es que creo que hasta a ellos les conviene porque somos gente trabajadora, sabemos todo lo que nos ha costado llegar aquí y eso nos ha enseñado a valorar muchas cosas, vamos a trabajar con ganas de salir adelante”, dijo al esperar que hoy llegara otro grupo de centroamericanos para ingresar juntos a Estados Unidos.

Dijo que él llegó a la ciudad con otro grupo, el cual fue engañado por el conductor de un vehículo que les cobró mil 350 pesos por traerlos de la ciudad de Chihuahua hasta el marcador internacional número 36, pero quien finalmente los dejó 15 kilómetros antes de llegar al retén militar de Precos, en Samalayuca.

“Cuando veníamos le hablaba mucha más gente, que querían venirse de Chihuahua, y les decía que ya les cobraba más, pero que los iba a dejar antes del retén… y ahí nos dejó, tuvimos que caminar como dos horas y luego nos vinimos de ‘raite’, después llegamos aquí (…), pero viene más gente de Chihuahua, porque allá nos están diciendo que mañana –hoy– Estados Unidos cerrará la puerta 36”, relató.

Operación Lone Star

Con el fin de inhibir el ingreso irregular de migrantes a Estados Unidos, desde el 20 de diciembre de 2022, el gobierno republicano de Greg Abbott comenzó a instalar rollos de alambre de púas en la frontera con México, a través de la Operación Lone Star (OLS) o Estrella Solitaria.

En El Paso, el alambre se encuentra desde la altura de la colonia Felipe Ángeles hasta las inmediaciones del Libramiento, en donde los agentes militares también buscan impedir que las personas en situación de movilidad lleguen hasta los agentes de la Patrulla Fronteriza del Sector El Paso y sean procesados.

Sin embargo, los migrantes han hecho “huecos”, cortando los alambres o colocando ropa sobre los rollos de concertina para atravesar el alambrado y llegar hasta los agentes federales, por lo que ahora los militares texanos crean el nuevo muro metálico rodeado de púas, con una altura aproximada de 2.5 a 3 metros.

Ayer, cerca de un centenar de personas provenientes de países como Venezuela, Colombia, Guatemala, El Salvador y México arribaron hasta el río internacional, llamado río Bravo de lado mexicano y río Grande de lado estadounidense, y después de cruzar los alambres llegaron hasta la puerta del muro fronterizo ubicada en el marcador internacional número 36, para entregarse a la Patrulla Fronteriza.

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