La recuperación de la aldea de Baghouz, en el este de Siria, de parte de lasFuerzas Democráticas Sirias (SDF por sus siglas en inglés) encabezadas por combatientes kurdos, representa un cierre a una cruenta batalla que se prolongó por varias semanas y en la que miles de personas huyeron del territorio y cientos murieron.
Baghouz es libre y se ha logrado la victoria militar contra Daesh», tuiteó Mustafa Bali, un portavoz de las SDF, en referencia al grupo por su acrónimo en árabe.
La eliminación del último bastión del EI en Baghouz marca el fin del protoestado insurgente, que en su momento cumbre abarcó grandes partes de Siria e Irak, pero el grupo mantiene una dispersa presencia y células durmientes de combatientes en esos mismos dos países.
Las filiales del grupo Estado Islámico en la Península del Sinaí en Egipto, Afganistán y otros países siguen siendo una amenaza, y la ideología del grupo extremista ha inspirado los llamados ataques de lobos solitarios que tienen poca o ninguna conexión con los líderes del EI.
La campaña para recuperar el territorio de parte de Estados Unidos y sus aliados se ha extendido por cinco años y dos presidencias estadunidenses, arrojado más de 100 mil bombas y cobrado la vida de una enorme cantidad de combatientes y civiles.
Pero el anuncio del fin de semana, a través de un tuit, resultó decepcionante, y en tierra continúan enfrentamientos de forma esporádica.
Un día antes, el presidente Donald Trump declaró que los combatientes del grupo Estado Islámico ya no controlan ningún territorio en Siria.
Periodistas en Baghouz reportaron el sábado haber escuchado bombardeo con morteros y disparos dirigidos hacia un risco que da al poblado, donde la coalición encabezada por Estados Unidos realizó bombardeos aéreos un día antes.
El portavoz de las SDF, Kino Gabriel, indicó el viernes que varios combatientes del EI se encuentran ocultos en cuevas cerca de Baghouz y que continúan las operaciones de despeje de zonas.