“El presidente está rehusando al ejercicio legítimo de la fuerza que tiene como autoridad, y cree que con eso van a eliminarse los daños colaterales, que se minimizan produciendo inteligencia social, es decir, cuando el Estado tiene capacidad de tener información precisa sobre la ubicación e identidad de los blancos, y hacer un operativo limpio en donde no haya bajas de personas ajenas al operativo. Eso pensé que iba a hacer este gobierno con los gestores que están en campo, por ejemplo, con los servidores de la nación”, dijo Eduardo Guerrero. Aseguró que “es muy confusa la posición del gobierno, porque aunque dicen que van a castigar a los delincuentes están con una línea de no ejercicio de la fuerza. Los delincuentes no se van a desarmar, a entregar o cambiar de actividad voluntariamente; eso no se ve viable, dados los grandes montos de dinero que genera su negocio ilícito”.
Aseveró que el uso legítimo de la fuerza no significa exterminar a nadie: “Se trata de trabajar con protocolos para detener a personas que están intimidando a la población, que la están amenazando”. “Me parece que estas señales que está mandando el gobierno federal están generando una percepción de que ellos (los delincuentes) ya pueden actuar con gran impunidad. Por eso estamos empezando a ver eventos de violencia colectiva e indiscriminada que no habíamos visto ya desde hace tiempo. Aunque siempre ha habido masacres, éstas no se dirigían a mujeres con niños.
“Si el gobierno federal anuncia que no va a sostener confrontaciones violentas con los cárteles, entonces ellos dicen: ‘¡Qué maravilla! El gobierno dice que no me va a confrontar. Yo puedo hacer y deshacer con la garantía de que no va a haber un ataque a mis fuerzas de sicarios’. Es muy preocupante, Yo creo que (el presidente Andrés Manuel) López Obrador va a tener pronto que rectificar en esto, porque si no la violencia se va a extender muchísimo”, alertó.
Con información de El Economista.