Durante las protestas feministas enmarcadas por la leyenda #JusticiaparaEvelyn, que se realizaron este 22 de agosto para condenar el abuso sexual cometido una semana antes, el viernes 14, por policías municipales en contra de Evelyn Lizet Valdéz Virgen, los elementos de Seguridad Pública arremetieron con golpes y tocamientos contra las manifestantes.
La Colectiva Mujeres Contra las Violencias Machistas, Barrio Feminista, Verde Aquelarre, Mujeres en bici León, Resistencia Radical Irapuato, Comunidades Feministas Irapuato y Red de mujeres que lucha en León, difundieron un comunicado en el que detallaron que después de la manifestación pacífica, cerca de las 7:50 pm fueron comunicadas que se estaban realizando detenciones.
Los testimonios que recopilaron indican que los elementos de la policía se metieron en los paraderos del Optibus en búsqueda de compañeras para detenerlas, casi una hora después de finalizada la marcha y en lugares alejados del punto de la manifestación.
Después de denunciar la desaparición de sus compañeras, debido a que no sabían su paradero, las mujeres se trasladaron a los Ministerios Públicos, donde pudieron ver las camionetas con manifestantes detenidas y golpeadas.
Según constataron, algunas de ellas fueron sustraídas de sus vehículos, a otras las detuvieron sin que hubieran asistido a la manifestación, solo porque caminaban cerca del lugar y hubo también a quienes bajaron de las estaciones del Optibus sin haber cometido ninguna falta.
Tras las denuncias públicas de desaparición y de uso excesivo de la fuerza, las mujeres detenidas fueron liberadas en el transcurso de la noche y la madrugada del sábado. Una de las jóvenes, a quien se identifica como Paola E. fue golpeada y fue llevada por sus compañeras al Hospital de Especialidades Materno-Infantil de León, para valorar su estado de salud.
Las colectivas de mujeres presentaron un posicionamiento con siete demandas, entre ellas, que se investigue con enfoque de Derechos Humanos y de género el caso de violencia sexual ejercida en contra de Evelyn por parte de policías municipales, así como los casos ocurridos el día sábado 22 de agosto.
Las defensoras pidieron al presidente municipal de León, Héctor López Santillana, y al gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo la destitución inmediata del secretario de Seguridad Pública Municipal, Mario Bravo Arrona y de las y los agentes policiales responsables de la violencia; y recordaron que al ser cometida por funcionarios públicos representa una violación a Derechos Humanos.
De acuerdo con las colectivas, varias participantes identificaron en la manifestación a una mujer de cabello rojo, blusa blanca, pantalón de mezclilla y mochila color beige, quién era resguardada por elementos policiacos y tomaba registro de las caras de muchas de las personas que se encontraban en la manifestación. La misma mujer fue vista horas después en el Ministerio Público Norte, saliendo y entrando con evidente autorización para transitar por esa zona exclusiva.
Creemos que esa mujer vestida de civil fue infiltrada en el movimiento para sacar registro de las compañeras y usarlo para represalias en contra de ellas. Y así como ella, sabemos que pudieron utilizar más elementos infiltrados para iniciar las provocaciones y las revueltas para poder hacer uso de la fuerza. Descalificamos estas acciones fuera de todo estado de derecho y exigimos una investigación clara ante estos hechos, denunciaron.
También pidieron una disculpa y reconocimiento público por parte de la Fiscalía General del Estado de Guanajuato y del gobernador de que los hechos cometidos corresponden a tortura sexual. Esto porque las mujeres detenidas relataron detencion con uso de fuerza, golpes, tocamientos e insultos con carga de género, por ejemplo, les dijeron que si fueron capaces de manifestarse se aguantaran los golpes.
Las agrupaciones dijeron que la Fiscalía y la Procuraduría de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, tienen la obligación de garantizar el acceso a la justicia, a la verdad y a la reparación del daño de las 22 mujeres; a la Procuraduría de Derechos Humanos estatal le exigieron emitir a la brevedad las recomendaciones a las instancias públicas y pidieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos atraer el caso.
Policía también agredió a reporteras
Las escenas captadas y descritas por las reporteras de medios locales como Ágora, Zona Franca y PopLab son similares a las registradas el 3 y 4 de mayo de 2006 en Atenco y Texcoco, en el Estado de Mexico, cuando 26 mujeres fueron detenidas y torturadas sexualmente durante las manifestaciones en apoyo a un grupo de floricultores desalojados.
Sin embargo, en León, cuatro reporteras de estos medios fueron jaloneadas y amenazadas con ser detenidas si seguían tomando fotos y videos de los arrestos. Incluso Melissa Esquivias Espinosa fue esposada, pero cuando los policías se convencieron de que era parte de la prensa la dejaron libre.
Al respecto, Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC), la Red Nacional de Periodistas (RNP) y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM), denunciaron en un comunicado la violencia institucional y pidieron sancionar a los policías que intervinieron en las agresiones, amenazas, detenciones arbitrarias y actos de tortura contra las periodistas y demás manifestantes.
Las colectivas de Guanajuato aseguraron que estas detenciones fueron realizadas por instituciones destinadas a proteger y salvaguardar la integridad de las mujeres niñas, adolescentes y jóvenes, lo que dejan claro que no les interesa la protección de los derechos porque son quienes los violentan con mayor brutalidad y crueldad.
La periodista Melissa Esquivas Espinosa relató que los actos de represión se intensificaron al finalizar las acciones programadas. La comunicadora se percató que un grupo de feministas se dirigían a la caseta móvil, donde eran retenidas varias mujeres. El grupo de manifestantes cuestionó la detención de las tres jóvenes y exigían su liberación, a lo que los elementos respondieron con empujones.
Fue en ese altercado que una mujer policía comenzó amedrentar a Esquivas, primero le solicitó mantener distancia y después le indicó que tenía que retirarse.
En todo momento la comunicadora se identificó como periodista y argumentó que estaba ahí en función de su labor periodística. Sin embargo, un elemento de seguridad pública (que no logra identificar), arremetió contra la periodista y le colocó esposas con la intención de detenerla arbitrariamente. Pero fue la policía que inicialmente la amedrentó quien ordenó que la liberaran.
Su compañera Alfonsina Ávila Ramírez fue sujeta de agresiones físicas en la espalda y en el plexo solar por parte de varios elementos de seguridad pública, cuando la periodista realizaba una transmisión en vivo. Ávila narró que pese a que se identificó como periodista, las agresiones fueron aumentando. Primero, comenzaron con amenazas para que desistiera de grabar la violencia y detenciones contra las manifestantes, hasta que quedó en medio de un encapsulamiento y fue víctima de varios golpes.
Fue gracias a la intervención oportuna de otras periodistas, que lograron que no fuera sujeta de una detención. Sin embargo, una mujer policía señaló que la periodista presuntamente le tocó el brazo para justificar la agresión.
Martha Silva y Brenda Orozco documentaron que durante la jornada de protesta, dos manifestantes fueron detenidas arbitrariamente, cuando estaban sobre la cajuela de una patrulla de Seguridad Pública Municipal con número 717.
Alrededor de las 20:30 horas, unas 50 mujeres policías comenzaron a detener a gente que se localizaba en la Plaza del Templo Expiatorio, sin tener la certeza de que tuvieran relación con la jornada, pues la manifestación ya había concluido.
De acuerdo con el testimonio de Martha Silva, fue agredida físicamente y amenazada por mujeres policías, quienes le expresaron quítese o la llevo detenida, al tratar de impedir que documentara los hechos, además de ser testigo de la agresión a Alfonsina Ávila. Estas agresiones fueron manifestadas hacia la vocera de la Secretaría de Seguridad Pública de León, Gloria Bernal, quien se encontraba en funciones y quien pidió que la reportera no cuestionara a los jefes policiacos que se encontraban presentes, para ello se comprometió a mandarle la información o parte de hechos, compromiso que no ha sido cumplido hasta ahora.
Las organizaciones defensoras de la libertad de expresión aseguraron que los hechos sucedieron en un contexto de represión hacia las personas defensoras de Derechos Humanos y periodistas. En lo que va del año, Guanajuato presenta un alza de violencia contra colectivos y defensoras, específicamente en temas de desaparición, feminicidio, derechos sexuales y reproductivos, y libertad de expresión.
Al respecto, el programa de Libertad de Expresión y Género de CIMAC ha documentado en lo que va del año seis atentados contra periodistas en la entidad, en tanto que la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México registró el asesinato de la defensora Karla Valentina Camarena, así como 3 agresiones en contra de colectivas feministas que se movilizaron en el marco del 8 de marzo y recientemente la detención de madres de personas desaparecidas, integrantes del colectivo A Tu Encuentro.
Las organizaciones y redes se sumaron a las peticiones de las colectivas feministas y exigieron al Gobierno del estado de Guanajuato respetar los protocolos de actuación de las fuerzas de seguridad en protestas sociales incorporando los estándares internacionales de Derechos Humanos en la materia.
También exhortaron al Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, ponerse en contacto con las periodistas agredidas, a fin de proveer esquemas de protección integral con enfoque de género y al gobierno municipal de León, generar condiciones estructurales que posibiliten el ejercicio periodístico y políticas públicas que erradiquen todo tipo de violencia que ponen en riesgo la vida e integridad de las mujeres en la entidad.
Tomado de cimacnoticias.