Esta solicitud de modificación se deriva de los resultados obtenidos en el estudio de calidad que el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor realizó a 57 presentaciones de atún envasado, en las cuales se encontró soya en 18 de ellas, sin que se informe al consumidor la cantidad exacta de soya que tiene el producto.
La propuesta fue presentada a través de la Comisión Nacional de Normalización de la Secretaría de Economía, misma que se estará trabajando este año.
Para que pueda llamarse atún, con la modificación a la NOM ya no será permitido que el contenido de soya no tenga límites, y que en algunos casos, como se especifica en el estudio, la soya pase de ser un texturizante y/o conglomerante a ser un sustituto del mismo atún.
La Profeco señala que el estudio realizado a las presentaciones de atún y su difusión en la Revista del Consumidor tiene por objeto orientar a los compradores del alimento sobre la calidad de las distintas presentaciones disponibles en el mercado, para que con esa información tomen sus mejores decisiones de compra, y de ninguna manera fue hecho para dañar en ningún sentido la imagen de los productores nacionales.
La Procuraduría hace un llamado al sector atunero a que no espere a que haya un cambio a la NOM para que modifiquen en el etiquetado la información que están entregando al consumidor, para que éste sepa claramente lo que está adquiriendo y pueda hacer una compra razonada, conociendo más sobre la calidad del producto y valore la conveniencia de su precio.