La tragedia en el orfanato de Al Mayqoma acaparó los titulares a finales del mes pasado, mientras en el exterior se libraban combates entre el ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Las muertes han puesto de relieve el elevado número de víctimas civiles desde mediados de abril, cuando estallaron los enfrentamientos entre las fuerzas leales al general Abdel-Fattah Burhan y los miembros de las FAR dirigidas por el general Mohammed Hamdan Dagalo.
Alrededor de 300 niños del orfanato de Al Mayqoma, en Jartum, fueron trasladados a un «lugar más seguro» en otra parte del noreste de la nación africana, dijo Ricardo Pires, portavoz de la Unicef, la agencia de la ONU para la infancia.
Los Ministerios sudaneses de Desarrollo Social y Salud se han hecho cargo de los niños, mientras que la Unicef les ha proporcionado ayuda humanitaria que incluye atención médica, alimentos, actividades educativas y juegos, explicó Pires en un correo electrónico enviado a The Associated Press.
Dijo que los niños habían recibido revisiones médicas tras su largo viaje hasta su nueva ubicación, y añadió que «cualquier niño que requiera hospitalización tendrá acceso a servicios de salud».
Pires no dio más detalles, incluyendo dónde y cuándo fueron llevados los niños. Sin embargo, Nazim Sirag, un activista que dirige la organización benéfica local Hadhreen, dijo en una entrevista telefónica que fueron trasladados a última hora del martes a un centro recién establecido en Madani, la capital de la provincia de Jazira, a unos 135 kilómetros al sureste de Jartum.
Entre los fallecidos había bebés de apenas 3 meses, según las actas de defunción obtenidas por la AP. En las actas figuraba insuficiencia circulatoria como causa de la muerte, pero también se mencionaban otros factores que contribuyeron, como fiebre, deshidratación, desnutrición y retraso del crecimiento.