Luego de que el conflicto por extraer el agua, en esta ocasión en la presa El Granero, enfrentara a agricultores y el representante del Gobierno Federal en la entidad, López Obrador dijo a los productores que no se van a quedar sin agua pero no se puede incumplir un acuerdo internacional que se ha venido cumpliendo desde hace 80 años.
Opinó que hay presiones políticas para que México suspenda el pago «agarran de bandera algunos que quieren ser diputados y generan presiones quienes buscan un cargo público para que no se permita que se cumpla con el compromiso de entregar el agua».
Aseguró que de no cumplir con el compromiso del Tratado, habrá sanciones, donde los más perjudicados serán los mismos productores, «porque si nos cierran la frontera o hay aranceles porque no se cumple con un tratado internacional, eso nos afecta», dijo.
Agregó que ante las próximas elecciones en Chihuahua hay quienes se «andan aprovechando de la circunstancia», sin embargo, aseguró a los productores que no se van a quedar sin agua.
«Entonces, ¿qué hacemos?, dialogando y explicando», dijo el presidente luego de que la tarde-noche del pasado martes campesinos protestaran incendiando tres vehículos oficiales, además de retener hasta la madrugada de ayer miércoles a funcionarios de los programas de desarrollo en la entidad .