El fiscal adjunto del Departamento de Justicia, Jeffrey A. Rosen, explicó en rueda de prensa telefónica que la demanda subraya que Google sustenta su papel de «principal guardián de acceso» a internet a través de «una red ilegal de acuerdos exclusivos que daña a los competidores».
Entre ellos citó el pago de miles de millones de dólares a Apple para situar el motor de búsqueda de Google como el básico en sus teléfonos iPhones, y la prohibición de integrar motores de competidores mediante contratos especiales.
A través de estas prácticas, agregó Rosen, la compañía «ha ahogado la innovación y la creación de nuevos Google».
El gigante tecnológico, subsidario de Alphabet y con sede en Mountain View, en California, controla cerca del 80 por ciento de las búsquedas en internet en Estados Unidos.
La batalla legal podría prolongarse durante años, dado el gran músculo financiero de la compañía, fundada en 1998 en Silicon Valley y que es una de las tecnológicas de referencia que han creado el mercado digital global.
En los últimos años, los gigantes tecnológicos se han enfrentado a las críticas de diferentes gobiernos y bloques, como la Unión Europea, debido a la gran cantidad de poder que acumulan, los desorbitados beneficios que obtienen y los bajos impuestos que tributan.
Otros grandes conglomerados digitales como Facebook, Apple o Amazon están siendo objeto de investigación por los reguladores y legisladores, preocupados por posibles casos de abuso de poder.
Con la transformación de Google en uno de los gigantes de la tecnología, la compañía ha sido vigilada de cerca por las autoridades estadunidenses, y la Comisión Federal de Comercio del país, que también tiene autoridad para investigar casos de monopolio, ya ha llevado a cabo pesquisas en torno a Google, aunque las finalizó en 2013 sin pruebas suficientes.
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