A Coronel Aispuro se le acusa de conspirar, desde 2011 y hasta el 19 de enero de 2017, en el tráfico de drogas, “con conocimiento de causa y de manera intencional”.
También se le acusa de colaborar en el tráfico de más de 450 kilogramos de cocaína, 90 kilogramos de heroína, 45 kilogramos de metanfetaminas y 90 toneladas de marihuana.
“Tras el arresto de su marido en México en 2014”, continuó Nardozzi, “la acusada sirvió como mensajera con los miembros del cártel de Guzmán en el fomento de la actividad narcotraficante y de lavado de dinero”, explicó en su momento el fiscal del caso, Anthony Nardozzi.
Finalmente, se le acusa de llevar a cabo, “a sabiendas”, operaciones de lavado de dinero de beneficios provenientes del narcotráfico, así como de “involucrarse en transacciones y acuerdos propiedad” de Guzmán Loera, identificado como un “importante traficante de narcóticos”, evadiendo y omitiendo la prohibición de ese tipo impuesta por el gobierno de los Estados Unidos.
La Fiscalía señaló en días pasados que buscarán una sentencia de 4 años en contra de Coronel por los delitos ya mencionados.