Desde hace 23 años, Gabriela Ivonne Alire García, abrió la brecha para muchas otras mujeres que deseaban ingresar a las filas del Heroico Cuerpo de Bomberos en el municipio.
Gracias a la tenacidad y a la oportunidad que se le presentó en ese momento, Gabriela, decidió optar por ingresar a la academia, en la cual se formaría como bombero de profesión y la cual ha acogido como su principal forma de vida y aprendizaje desde hace poco más de dos décadas.
Entre críticas y halagos que incluso solían realizar sus propios compañeros al considerarla débil, la ahora distinguida y respetada bombero, reconoce que consideró desistir, sin embargo eso le dio mayor fuerza para demostrar que las mujeres son fuertes, luchonas y capaces de hacer lo mismo que los hombres, por ello nunca bajó la cabeza ni se dio por vencida.
“Fue una entrevista que vi en la televisión de unas jóvenes bomberos en otra parte del país lo que me motivó a tomar esta profesión, fue ahí cuando supe que no debía quedarme estancada ni estar en casa todo el tiempo. Quería hacer algo por mi comunidad y ayudarla, entonces hice todo lo posible por meterme a la academia y lo conseguí”, comentó.
Para fortuna de Gabi, quien un año después se convertiría en lo que es su esposo, bombero y un pilar importante en el desarrollo de su enseñanza y aprendizaje; siendo su marido un gran apoyo para ella, ya que ha sido él, quien hasta el día de hoy la impulsa a continuar cuando el cansancio y la fatiga parecen ser los principales predominantes en su vida.
“Mi marido y mis tres hijas han sido mi principal fortaleza, mi fuente de vida, por ellos y el amor que le tengo a esta labor, es que continúo luchando”, expresa con lágrimas en los ojos la combatiente del fuego.
Pero no todo ha sido fácil para ella, pues al provenir de una familia de escasos recursos, no tuvo la oportunidad de estudiar la carrera de Derecho que siempre anheló, situación que no la hizo desistir y meta que dentro de sí sabía que eventualmente lograría. El pasado 6 de octubre, Gabi se convirtió en una Licenciada en Derecho por parte de la Universidad Regional del Norte, logrando así una de sus mayores satisfacciones personales.
Aunque desea también convertirse en Master en esta misma materia, por situaciones personales deberá esperar, sin quitar el dedo del renglón, pues según sus palabras, el Derecho se encuentra en todas partes; en la vida cotidiana, en la calle, en las obligaciones y garantías de cada ser humano, incluso en la labor que realiza, mismo que debe emplearse para la búsqueda del bien de la comunidad a la que sirve y protege.
Combinar las exigencias de su familia, su trabajo y sus estudios, resultó una seria y difícil tarea para la servidora pública, sin embargo valió la pena al saberse actualmente realizada y ver a sus hijas fuertes, autosuficientes y listas para emprender su propia vida.