En sus declaraciones, doña Rosa expresó su comprensión hacia la situación de su hija, «yo sé que ella va a pasar por mí, ha de estar arreglando lo de la escuela de sus hijos y pues también te soy honesta, amamos y respetamos a nuestros padres, pero nuestros hijos dependen totalmente de uno. Entonces, yo no se lo tomo a mal el que ella tarde, pero igual, tarde o temprano, ella va a pasar por mí».
Almita Rivas, registrada bajo ese nombre, es originaria de Cuautlancingo en el estado de Puebla. Aunque doña Rosa tiene otros hijos, uno de los cuales reside en Estados Unidos, Almita ha sido la que ha pasado más tiempo con ella, y la cual vive también en Puebla.
La situación de doña Rosa ha conmovido a los trabajadores de la terminal, quienes se han unido para brindarle apoyo. Le proporcionan alimentos y la animan en sus momentos difíciles. Doña Rosa, mostrando su espíritu indomable, canta para los pasajeros que visitan la terminal, esperando recibir alguna ayuda monetaria que le permita sobrellevar estos días de espera.