Luego de que en abril pasado Grupo REFORMA revelara que la Administración Biden había solicitado en marzo la extradición de Caro Quintero, un alto funcionario de la DEA dijo que su expectativa es que la extradición del narcotraficante nativo de Badiraguato, Sinaloa no se dilate más allá del próximo año.
«Rafael Caro Quintero está actualmente a la espera de ser extraditado desde México. Nosotros tenemos la esperanza de que sea extraditado a inicios del próximo año para que pueda enfrentar la justicia aquí en EU», dijo George Papadopoulos, número dos de la agencia antidrogas en un evento realizado en mayo.
«Esto demuestra que la DEA nunca olvidará a nadie y siempre perseguirá sin descanso a los responsables de sus acciones», agregó Papadopoulos, durante el evento en línea organizado por el Museo de la DEA.
Apenas en abril pasado, Grupo REFORMA informó que EU había ya formalmente solicitado la extradición de Caro Quintero no sólo por los cargos fincados ante la Corte Federal del Distrito Central de California en 1987 por el secuestro, tortura y asesinato del agente Camarena sino también por otros tres procesos más.
Según está descrito en la solicitud de extradición, el Gobierno estadounidense también requiere a Caro Quintero para enfrentar otros tres procesos por narcotráfico: ante la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, ante la Corte Federal del Distrito Sur de Texas y ante la Corte Estatal 332 en Hidalgo, Texas.
Desde su recaptura el 15 de julio de 2022 luego de estar fugitivo desde 2013, el Procurador General de EU, Merrick Garland, había asegurado públicamente que su Gobierno solicitaría la extradición inmediata de Caro Quintero, algo no ha ocurrido ante diversos procedimientos jurídicos en las Cortes mexicanas.
Sólo días después del operativo de captura de Caro Quintero en Sinaloa, el Procurador Garland sostuvo una conversación telefónica con el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz, en la que de acuerdo con EU habrían acordado trabajar al unísono para lograr la extradición de Caro Quintero a EU.
Desde su captura original ocurrida en 1985, la extradición de Caro Quintero desde México ha sido un objetivo principal de la DEA, algo que sin embargo no se logró durante todo el tiempo que estuvo en prisión mexicana hasta 2013 cuando el narcotraficante fue libertado en México por un tecnicismo legal.
Durante los ocho años que permaneció en libertad después de 2013, el Gobierno estadounidense reveló al diario The Washington Post haberse realizado al menos 12 intentos para su aprehensión hasta que gracias a información de inteligencia pudo ser detenido por la Secretaría de Marina y la FGR en Choix, Sinaloa.