Pero no hay necesidad de asustarse. Apophis no impactará a la Tierra por un saludable margen de 30 mil kilómetros. Aún así, su tamaño y la distancia relativamente cercana a la Tierra significa que su sobrevuelo será un momento especial para los astrónomos y otros científicos.
“El acercamiento de Apophis en 2029 será una oportunidad increíble para la ciencia”, dijo Marina Brozovi?, una científica del radar del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, en un comunicado de la NASA. Según la NASA, es relativamente raro que un objeto tan grande pase tan cerca de la Tierra.
“Observaremos el asteroide con telescopios ópticos y de radar”, dijo Brozovi?. “Con las observaciones de radar, podríamos ver detalles de la superficie que solo miden unos pocos metros”.
De hecho, Apophis puede incluso ser visible a simple vista como un punto brillante de luz.
“A medida que el asteroide pasa sobre el océano Atlántico, su trayectoria cambia brevemente de rojo a gris, ese es el momento de mayor acercamiento”, explica un modelo predictivo de la NASA. “Después de llegar a su punto más cercano, el asteroide se moverá hacia el cielo diurno y ya no será visible”.
Para los civiles comunes incluso con un temor pasajero de ser arrasados por un objeto espacial, es muy reconfortante saber que la comunidad científica está genuinamente entusiasmada con la llegada de una roca enorme que lleva el nombre de un dios de la muerte . Es el tema de gran especulación y muchas conversaciones en la Conferencia de Defensa Planetaria de esta semana en College Park, Maryland, donde varias agencias internacionales se reúnen para discutir el descubrimiento y estudio de (y posible defensa contra) objetos cercanos a la Tierra.
Parece que Apophis puede de hecho ser un dios generoso y ofrecer a los científicos una gran cantidad de información sobre qué hacer si un objeto más peligros se cruza en nuestro camino.
“Apophis es un ejemplo de los aproximadamente 2 mil asteroides potencialmente peligrosos (PHA) conocidos en la actualidad”, dijo Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra, en el comunicado. “Al observar a Apophis durante su sobrevuelo en 2029, obtendremos un importante conocimiento científico que algún día podría usarse para la defensa planetaria”.