“Esto probablemente se va a prolongar durante el mes de junio y rumbo al final de julio ya empezaríamos a tener un descenso de la curva epidémica. Reitero que hay que prepararnos para una epidemia larga, porque aun cuando en agosto empiecen a descender el número de casos, esto se puede prolongar al mes de octubre”, advirtió el funcionario federal en entrevista radiofónica.
La declaración anterior la hizo en la señal de Grupo Fórmula el pasado 20 de marzo, pero este lunes reiteró sus dichos y añadió que vamos “entrando en los nubarrones de la tormenta”, al destacar que está próxima la fase 3, es decir, cuando se den miles de contagios en el país.
De hecho, explicó, algunos estados de la República ya tienen una intensidad de transmisión que es compatible con la fase 3, que se caracteriza por el riesgo de saturación de hospitales. Por ejemplo, abundó, en Baja California ya se empieza a identificar un exceso de demanda para personas con síntomas respiratorios. “Será una fase difícil”, lamentó.
Sobre las agresiones a médicos y enfermeras, López-Gatell admitió que el fenómeno existe, “es inaceptable e indignante”, y lo que representa es que se canalizan sentimientos muy profundos de temor o de terror combinados con ignorancia cuando se enfoca sobre el personal de salud la perspectiva del riesgo, y se les ve como una amenaza, “en lugar de verlos como nuestra mejor esperanza de tener una mejor atención efectiva en los próximos días y semanas”.
De igual manera, manifestó que no hay fecha para volver a la normalidad, pero una cosa que es reconfortante es que el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo, “va a respaldar todas las recomendaciones técnicas que le hagamos los asesores científicos de lo que puede estar en curso y las decisiones que hay que tomar para que todos estemos protegidos”.