El duque de York, de 60 años, amigo del fallecido Jeffrey Epstein, está de nuevo bajo los focos después de que Gishlaine Maxwell fuera detenida el jueves en Estados Unidos.
Esta excolaboradora y exnovia de Epstein fue inculpada de tráfico de menores, acusada de haber reclutado a jóvenes, víctimas de abusos sexuales cometidos por el financiero neoyorquino.
La fiscal Strauss indicó el jueves que los investigadores todavía esperaban poder interrogar al príncipe Andrés, caído en desgracia con este caso.
Nos encantaría que el príncipe Andrés venga a hablarnos, nos gustaría contar con el beneficio de su testimonio, indicó, subrayando que la investigación seguía en curso.
«El equipo del duque está perplejo, teniendo en cuenta que hemos comunicado dos veces con el Departamento de Justicia (DoJ) el mes pasado, y hasta hoy, no hemos obtenido ninguna respuesta», indicó una fuente cercana al príncipe a la agencia Press Association.
El mes pasado, el fiscal general de Manhattan, Geoffrey Berman, entonces a cargo de la investigación, le acusó de aparentar cooperación.
Pero los abogados del duque de York aseguraron que su cliente había propuesto tres veces testificar, y una fuente real calificó las declaraciones de Berman como «francamente confusas».
En documentos judiciales publicados en agosto de 2019, una mujer, Virginia Roberts, afirmaba haber tenido relaciones sexuales con el príncipe Andrés, obligada por Epstein cuando tenía 17 años.
El duque de York siempre desmintió estas acusaciones, pero la publicación de una foto en la que se ve a Virginia Roberts en esa época abrazada por el príncipe alimentó los rumores, al igual que una instantánea del príncipe paseando por Nueva York junto a Epstein cuando este ya había sido condenado y encarcelado por recurrir a la prostitución en 2008.