El hoy en mención salió a una comunidad en la sierra y no aviso a nadie, otra persona con características muy similares a el fue quien falleció, tras una gran confusión velaron el cuerpo equivocado.
Por ello Laurencio Armendariz se ganó el sobrenombre de «el finado wencho» como día con día era común verlo por las calles en estado etílico y por la fama que ganó tras su muerte fallida los guachochenses le saludaban.
Lamentablemente este pasado fin de semana «el finado» no corrió con la misma suerte, la hora de su muerte lo alcanzó, se quedó en la parranda, ingiriendo bebidas alcohólicas en la calle, hasta altas horas de la noche con temperaturas congelantes.
Su cuerpo y el de un amigo de parranda fueron localizados, inertes, ya sin signos vitales, perecieron congelados por hipotermia, hoy la identificación fue más exhaustiva y si lamentablemente se trataba del finado wencho.