Al lado de sus tres hijos de 18, 15 y 13 años, con dificultades para hablar de forma natural, debido a las lesiones que sufrió, Jaime reveló que los elementos los atacaron por la espalda sin traer ellos armas.
«Que no quede en vano la muerte de mi esposa, y hay que seguir en la lucha, porque esta mal lo que esta haciendo, no le esta llegando la información correcta a él (Andrés Manuel López Obrador), pero esta mal lo que esta haciendo, esta haciendo pelear el pueblo contra el pueblo».
Pidió al presidente de la República que retire la Guardia Nacional y se informe bien de lo que esta pasando.
Expresó que seguirá adelante con sus tres hijos, a écharle ganas y a la ciudadanía de Chihuahua, los alentó a seguir adelante con la lucha por la defensa del agua de las presas.
Narró que el pasado martes 8 de septiembre venían en caravana de La Boquilla con destino a Cárdenas, en el camino, llegando a Delicias observaron un vehículo con la leyenda «sin agua no hay vida» que era custodiado por dos camionetas de la Guardia Nacional.
«Nosotros los seguimos para brindarle ayuda, todo fue muy rápido», expresó al momento de decir que no se atravesaron al convoy de los agentes castrenses.
Declaró que no traían armas, que no provocó a los agentes de la Guardia Nacional, y no escuchó disparos hasta el momento de sentirlos en su cuerpo, » Yo nada más sentí caliente y fue todo».
A diario recibe terapia física y tiene una operación más delante que realizarán según avanza su estado de salud.
La rueda de prensa terminó porque Jaime salió a la capital del estado para recibir terapia en el hospital Los Angeles debido a que presenta daño permanente en cuerdas vocales y parálisis en el lado izquierdo de su cuerpo.