Álvarez, de 64 años, fue hallado muerto este lunes con cinco disparos cerca del ejido Calatraba, municipio de Palenque, en el estado de Chiapas y límite con Emiliano Zapata, en Tabasco, confirmó Miguel Pérez, presidente de las Unidades de Manejo Ambiental (Uma) de esta entidad.
“Reprobamos este cobarde asesinato, exigimos justicia, que protejan a su familia y otros dos defensores más que fueron amenazados”, declaró Pérez al confirmar que junto al cadáver han dejado notas de amenaza a familiares y ecologistas.
La UMA Saraguato, que Álvarez estableció en el 2012, maneja un área protegida de 345 hectáreas en Chablé, Tabasco, donde habitan un centenar de monos saraguato, también llamados aulladores, además de iguanas y garzas tigre.
Además de la defensa y protección del santuario del mono saraguato Álvarez había denunciado recientemente la extracción ilegal de arena y material pétreo en el río Usumacinta, explicó el dirigente ambientalista.
Pérez confirmó que el protector de los primates ya había pedido protección a las autoridades por las amenazas de muerte recibidas, pero nunca la recibió.
Álvarez no solo era defensor del mono saraguato sino también de otras especies cuyo hábitat está en peligro por la explotación ilegal del Usumacinta. “Esto es abominable, era una persona agradable, su defecto fue defender la extracción ilegal de arena, esa fue su lucha”, lamentó Pérez.
Localizada en uno de los márgenes del Usumacinta, la Uma está enfocada en la conservación en vida silvestre del saraguato, un primate que se encuentra en Belice, Guatemala y en México.
Esta es la primera ocasión que un líder ecologista es asesinado en el estado de Tabasco como consecuencia de su lucha en favor del medio ambiente y en México en las últimas décadas han sido asesinados 125 ambientalistas, de acuerdo con cifras de Global Witness.
Con información de EFE.