En el mes de enero en Estados Unidos han muerto más de 90 mil personas por COVID-19.
El estado de Nueva York sigue como el más afectado del país por la pandemia con 43 mil 453 muertos, seguido por California con 40 mil 702; Texas, 36 mil 924; Florida, 26 mil 360; Pensilvania, 21 mil 617; Nueva Jersey, 21 mil 484, e Illinois con 21 mil 213.
Otros estados con un gran número de decesos son Michigan con 15 mil 525; Massachusetts, 14 mil 531; Georgia, 14 mil 196, y Arizona, con 13 mil 98.
Las autoridades estadounidenses, que han iniciado una campaña de vacunación nacional lenta y complicaciones, quieren acelerar las inyecciones y proteger gran parte de la población antes del verano.
El balance provisional de muertos (440 mil 94) supera la cifra más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, con el entonces mandatario Donald Trump, que proyectó en el mejor de los casos entre 100 mil y 240 mil muertes a causa de la pandemia.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pronosticado que en febrero se superará el medio millón de muertos y que en total morirán más de 600 mil.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para el 1 de mayo habrán muerto unos 570 mil.
Con información de EFE[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]