En una entrevista para El Universal, el funcionario aseguró que duerme tranquilo, pues el día del siniestro que dejó a decenas de migrantes sin vida, él estaba «a mil 800 kilómetros de distancia».
«No podía llegar en tres minutos a la conflagración que provocaron con dolo dos venezolanos y empleados del instituto irresponsablemente no localizaron la llave», declaró.
Agregó que la dependencia cuenta con estructura orgánica, así como con responsabilidades y mandos, por lo que él no puede estar en todas las instalaciones del instituto.
También comentó que no ha considerado presentar su renuncia al cargo, sin embargo, será el presidente Andrés Manuel López Obrador quien decida su futuro en el gobierno.