Coronel, de 31 años, quien es ciudadana mexicana y estadounidense, fue detenida el lunes en el aeropuerto Dulles International, en Virginia, por cargos de tráfico de drogas y por ayudar a su esposo a escapar de la cárcel en 2015.
La jueza Judge Robin Meriweather explicó los cargos a Coronel, quien habló a través de un traductor en español. La magistrada dijo que los fiscales habían proporcionado suficientes razones para mantener a Coronel detrás de las rejas por ahora y dijo que su abogado había aceptado la detención temporal.
El fiscal Anthony Nardozzi dijo que el Gobierno de EU creía que Coronel debía permanecer encarcelada, argumentando que «trabajó muy de cerca con la estructura de comando y control» del Cártel de Sinaloa, particularmente con su esposo. Nardozzi dijo que conspiró para distribuir grandes cantidades de droga, sabiendo que serían traficadas ilegalmente a EU.
Fue trasladada el lunes por la noche al Centro de Detención de Alexandria, Virginia, y compareció virtualmente ante una corte de la capital.
Su arresto es el último episodio de una sangrienta saga que involucra a Guzmán, ex líder del Cártel de Sinaloa. Guzmán se convirtió en una leyenda debido a dos fugas de cárceles mexicanas que sorprendieron al mundo y le dieron una imagen de invencible ante las autoridades. En 2017, sin embargo, fue extraditado a Estados Unidos.
Coronel está acusada de participar en una asociación delictiva para traficar cocaína, metanfetaminas, heroína y mariguana. Estados Unidos, además, la acusa de haberse unido a otros para ayudar a Guzmán a escapar de la cárcel del Altiplano, en Almoloya de Juárez, México, en julio de 2015.
Después de que Guzmán volviera a ser arrestado en México en enero de 2016, Coronel supuestamente planeó de nuevo, junto a otros, otro intento de escape para su esposo. Guzmán, sin embargo, fue extraditado un año después.
Coronel apareció cada día en el juicio a su esposo por narcotráfico -efectuado en la corte del distrito este de Nueva York- a fines de 2018 y los primeros dos meses de 2019 y fue captada por las cámaras cada vez que entraba o salía del edificio del tribunal, en Brooklyn. Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua debido a su papel como líder del Cártel de Sinaloa.
Según una declaración jurada emitida por Eric McGuire, agente del FBI, y difundida por el Departamento de Justicia, de 2012 a 2014 Coronel pasó mensajes de parte de Guzmán a otros miembros del cártel para proseguir con las actividades de narcotráfico mientras él evadía a las autoridades mexicanas.
Tras el arresto de El Chapo en febrero de 2014, Coronel siguió pasando los mensajes que su marido le daba cuando ella lo visitaba en prisión, escribió McGuire. Las autoridades mexicanas no monitoreaban las visitas, indicó el agente.
«Creo que Coronel actuaba como mensajera entre Guzmán y sus soldados, socios e hijos», escribió McGuire. «También entiendo que Guzmán siguió dirigiendo las actividades de tráfico de drogas del Cártel de Sinaloa desde la prisión del Altiplano a través de varios individuos, incluidos Coronel».
El agente del FBI basó en parte sus acusaciones en las declaraciones de un testigo al que llama «Testigo colaborador 1». McGuire aseguró que tras el arresto de El Chapo en enero de 2016, Coronel le dio 100 mil dólares al testigo y le dijo que comprara una propiedad cerca de la prisión del Altiplano. El testigo acabaría recibiendo un millón de dólares para llevar a cabo el plan de escape, indicó McGuire.