CDMX.- Entre la veintena de iniciativas aprobadas por el Senado de forma acelerada, se concretó el control de la Sedena sobre los recursos del Fonatur con los cambios a la Ley General de Turismo, lo que genera mayor presión sobre una industria que cada vez se queda con menos apoyos pese a su peso en la economía, advirtió experto.

La industria genera cerca del 9 por ciento de los empleos del País y es una de las actividades que más aporta al PIB con 8.6 por ciento que se calcula lo hará este año. 

La absorción de los recursos del pago a visitantes extranjeros por Derecho de No Residente (DNR) por parte del Ejercito se suma a la desaparición de organismos como el Consejo de Promoción Turística (CPTM) al inicio del Sexenio, así como a la reducción de recursos para promoción de destinos que se dio en este Gobierno.

De acuerdo con datos del Presupuesto de Egresos de la Federación, este año la Secretaría de Turismo cuenta con 38.2 millones de pesos para la promoción de México como destino turístico, contra los más de 583. 1 millones de 2018, último año de Enrique Peña Nieto.

Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Empresarial Turístico (CNET), consideró que esta falta de recursos de promoción y fomento ya tiene un impacto.

«(El CTMP) hacía tres cosas, contención de crisis, relaciones públicas y promoción y fortalecimiento de la marca México.

«Hoy por hoy, eso ya no se hace desde el día uno del Gobierno, y sí ha habido un impacto, porque México ha pasado a unos rankings peores en cuanto a la imagen, la marca», acotó.

Recordó que al principio del Sexenio se contaba con 6 mil millones de pesos destinados al CTPM y a migración, pero los recursos «desaparecieron».

Si bien como sector empresarial consideran que proyectos como el Tren Maya, coordinado por la Sedena (pese a su enfoque turístico y de transporte de carga) tendrán un impacto económico positivo, debe tomarse en cuenta el impacto ambiental, pero sobre todo analizarse el recurso con el que se financia.

«Lo que no estamos de acuerdo es que el financiamiento (de obras) se hiciera a través del DNR, que es un derecho, no un impuesto y que ese derecho tenía etiquetado cuestiones importantes en México», acotó.

Para el representante del CNET el traspaso de recursos a obras como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, coordinados por la Sedena, debe analizarse desde el impacto ambiental y la oportunidad que se perdió de consolidar a México como un hub logístico ante la cancelación de la terminal de Texcoco.

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