Explicó que se trabaja en un diagnóstico de la situación actual, pero que hasta el momento ha sido complicado, debido a que las personas desplazadas no habían sido registradas por las autoridades de ninguno de los niveles, además de que en muchas ocasiones las víctimas no denuncian por temor.
La funcionaria estatal comentó que desde hace dos años comenzaron a trabajar con varias secretarías de gobierno para contabilizar y ubicar a las personas en situación de desplazamiento, trabajo que actualmente se sigue llevando a cabo.
Detalló que la Secretaría del Trabajo ha identificado a 100 personas, que aseguran ser desplazados por violencia, a quienes ya se les ha apoyado para integrarlos a la vida laboral.
Villanueva Nájera refirió que el diagnóstico realizado contabiliza a 600 personas que han sido identificados por nombre y caso.
Una de las estrategias que se pidió a algunas secretarías como Desarrollo Social, Rural y de Salud, fue que se desagregaran los servicios brindados a las personas en situación de desplazamiento, con la finalidad de poder identificar el mayor número de casos.
“Las personas tienen miedo y la mayoría no te dice, incluso te niegan que salieron huyendo de sus lugares de origen”.
Durante los censos realizado por la Ceav, también se encontró a personas que decidieron irse de sus comunidades para encontrar mayores oportunidades de trabajo y de escuela para sus hijos.
Reconoció que aunque se trabaja en ello, no existen cifras claras sobre el problema del desplazamiento forzado que se vive en el estado, en un problema calificado como histórico, sobretodo en la Sierra Tarahumara.