Mike Eliason, vocero del Departamento de Bomberos del condado de Santa Barbara, indicó que dos mil 400 estructuras estaban en riesgo, reportó la televisora KEYT.
El incendio empezó alrededor de las 16 horas del lunes en el Bosque Nacional Los Padres cuando había ráfagas de viento de hasta 48 kilómetros por hora.
Para la mañana del martes, se calculaba que se extendía más de 16 kilómetros cuadrados sin contención. No se habían perdido vidas ni casas, tuiteó Eliason.
El fuego principalmente arrasaba cañones secos y tupidos, y crestas de las montañas Santa Ynez, pero se ordenó que la población en las laderas desalojara la zona.
En 1990 un incendio en la misma región destruyó más de 400 viviendas.
Durante su sesión informativa de la mañana, se le informó a los bomberos que habían pasado 180 días sin lluvia y que la vegetación estaba seca y vulnerable a chispas, como se demostró por el crecimiento exponencial del fuego.
A los bomberos les advirtieron que las vías en la zona irregular podían ser demasiado estrechas para sus vehículos, y que muchos residentes no se habían ido.
La llegada de un sistema de baja presión y la lluvia que conlleva también representaban peligros que iban desde vientos cambiantes hasta flujos de escombros de las profundas laderas, les indicaron a los bomberos.
Se esperaba que cayeran hasta 2.5 centímetros de lluvia en la zona y los equipos recibieron órdenes de no conducir vehículos en lugares anegados.
Los incendios e inundaciones traen recuerdos negativos en la región.
En enero de 2018, una precipitación en una ladera recién incendiada justo al este de Santa Bárbara provocó un enorme alud que devastó a la comunidad de Montecito, donde 23 personas murieron y casas quedaron destruidas.