El adolescente de 16 años y otro joven minero quedaron atrapados bajo la tierra cuando el derrumbe los sorprendió ayer jueves, dentro de la mina Hyland Mary, del municipio de Bonanza, en la Región Autónoma Caribe Norte (RACN).
El joven minero Adán Álvarez Hernández, de 24 años, quien se encontraba con la víctima, logró ser rescatado una hora después del derrumbe, sin embargo, el adolescente no tuvo la misma suerte.
Tanto el adolescente como Hernández buscaban oro de forma independiente, ya que eran mineros artesanales.
En las labores de rescate participaron brigadas especializadas de la empresa minera Hemco, y mineros artesanales, pero al llegar al adolescente, este ya estaba muerto.
Autoridades de Bonanza afirmaron que los trabajos para sacar al adolescente, quien se encontraba a más de 9 metros bajo tierra, presentaban dificultades porque el terreno era inestable, de modo que los equipos de rescate también corrían peligro de ser enterrados vivos en un eventual derrumbe.
La mina Hyland Mary normalmente es explotada por mineros artesanales, ya que son los únicos que arriesgan sus vidas para encontrar oro en su interior.
Los mineros artesanales, desde muy temprana edad, toman la decisión de explorar minas abandonadas o sin condiciones de seguridad, debido a las necesidades económicas, ya que la RACN es una de las zonas más pobres de Nicaragua, el segundo país menos desarrollado de Latinoamérica, detrás de Haití.
En septiembre pasado un adolescente de 14 años murió al caer en una fosa, mientras trabajaba en una mina en Bonanza.
La minería es una de las principales industrias exportadoras de Nicaragua.
Entre enero y noviembre de 2018 el sector minero exportó 341.6 millones de dólares en oro, según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN).